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Harper dijo que Banesto fue intervenido por posibles motivos económicos

La ex directora general de J. P. Morgan Violy de Harper explicó el 5 de enero de 19514, en un informe al entonces presidente Dennis Weatherstone y al Consejo sobre la intervención de Banesto, que "aunque es cierto que no podría haberse actuado si los responsables clave de la Admimistración no hubiesen pensado que existían motivos económicos suficientes para justificar la intervención, parece que puede existir fundamento para sospechar que existieron en esta operación motivaciones sustanciales de tipo no, económico".

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La fidelidad de Violy

El documento titulado Intervención de Banesto por el Banco de España lleva la firma de Violy de Harper, apellido que en virtud de un divorcio ha sido abandonado por el suyo, McCausland, y de Javier Macaya, dos de los integrantes del llamado Phoenix team o equipo Fénix, que asesoró a Banesto desde el último trimestre de 1992. Llama la atención el hecho de que McCausland abandonó J P Morgan Securities, según su propia declaración jurada en un tribunal del distrito sur de Nueva York, en diciembre de 1993 y este informe tiene como fecha el 5 de enero de 1994.El memorándum fue aportado ayer en una demanda civil (de menor cuantía) en el juzgado número 63 de Madrid interpuesta por el ex vicepresidente de Banesto Ricardo Gómez-Acebo contra J P Morgan España, J P Morgan Securities Inc. y J P Morgan Securities Ltd. El juez José Antonio Enrech, titular del citado juzgado, que tenía la causa vista para sentencia, concedió el miércoles 18 una prórroga de 10 días para alegaciones.

El documento, escrito en los nueve días que siguieron a la intervención de Banesto, está en línea con la actitud asumida por J P Morgan y su vicepresidente, Roberto Mendoza, en los días anteriores a la decisión del 28 de diciembre de 1993. Un día antes, el 27 de diciembre, Mendoza escribió una carta al gobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo, en la que reiteraba su "apoyo al actual equipo de gestión de Banesto [Mario Conde]" al tiempo que recordaba que la entidad apoya completamente tanto el espíritu como los aspectos específicos del plan [presentado por Banestol y cree que puede ser implementado exitosamente".

Según afirma el memorándum de 5 de enero "hasta el mismo final, el Banco de España mantuvo conversaciones con Banesto que indicaban la existencia de una actitud de colaboración y no de confrontación". Asimismo, subraya que "el Banco de España no inició el contacto con J P Morgan hasta el final (22 de diciembre de 1993), cuando nos pidieron que aseguráramos el plan". Agrega que "incluso en la reunión del 22 de diciembre, nunca sugirieron que, en efecto, se tratase de un ultimátum antes de proceder a la intervención".

La directiva, que tras cesar en diciembre de 1993 pasó al banco de inversiones James D. Wolfensohn, desde donde debía seguir asesorando a Banesto, señala: "El Banco de España debía saber que las propias restricciones normativas de J P Morgan le impedirían comprometerse inmediatamente con el aseguramiento [de deuda subordinada convertible por valor de 400 millones de dólares] y que el déficit de recursos propios no era en modo alguno insuperable y el Banco de España sencillamente hizo caso omiso de la contundente carta de JPM [27 de diciembre]".

El memorándum toca dos aspectos de interés. El primero se refiere a la recomendación sobre nuevos cambios en el equipo de gestión de Banesto. "Sin embargo, el equipo Fénix pensaba que serían necesarios nuevos cambios, incluidos cambios sustanciales en la dirección, que debían afectar incluso al máximo responsable operativo del banco (chief operating officer) y a varios directores generales. Esta recomendación había sido comunicada a Mario Conde". El puesto de máximo responsable operativo del banco, después de Conde, que era presidente y consejero delegado, recaía en Enrique Lasarte. Y los directores generales habían sido nombrados en 1993 a iniciativa suya.

Tercer tramo de la ampliación

El segundo punto se refiere al aplazamiento de la emisión del llamado tercer tramo de la ampliación de capital del Español de Crédito (400 millones de dólares o 56.000 millones de pesetas de la época) en el mes de noviembre de 1993.

Según afirma McCausland "en respuesta a un escrito del 6 de noviembre (el documento habla del 5, pero se trata de la carta del 6 de septiembre dirigida por José Pérez, entonces director general del Banco de España, al presidente de Banesto), que hacía referencia al alcance de la inspección que. estaban haciendo ( ... ) El equipo Fénix llegó a la conclusión de que no podría lanzarse la emisión hasta que se obtuviesen todos los resultados de este análisis [datos de la inspección] y, se informase plenamente sobre todos los problemas".

Sin embargo, el memorándum acusa al Banco de España sobre dicho escrito. "El Banco de España no solicitó a la dirección de Banesto que proporcionase a J P Morgan su carta del 6 de septiembre de 1993 ni solicitó hablar con nosotros".

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