Relaciones a la contra
Las relaciones entre el fiscal general del Estado, Carlos Granados, y el Ejecutivo no gozan de buena salud, debido a algunas actuaciones del fiscal general claramente. contrarias o, por lo menos, no favorables a requerimientos. hechos por el Gobierno en relación, sobre todo, con el caso GAL y también por su falta de iniciativa en cuestiones sumamente graves como en el caso del chantaje realizado por Mario Conde al Gobierno, a través del abogado Jesús Santaella. Aparte de esto, otros asuntos han enturbiado las relaciones entre ambos poderes.A primeros de octubre fue propuesto como jefe de la Fiscalía Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo de acuerdo con una decisión del propio fiscal del Estado, Carlos Granados. La propuesta del fiscal general, realizada en contra del Criterio del Consejo Fiscal, encontró reticencias en el seno del Ejecutivo el cual pidió, a través del ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, un informe sobre los demás aspirantes a la Fiscalía Anticorrupción.
El 27 de julio el fiscal del Estado desechó, de acuerdo con la Junta de Fiscales de Sala del Tribunal Supremo, la posibilidad de Presentar una querella por desacato y apología del terrorismo contra el ex secretario general de los socialistas vizcaínos Ricardo García Damborenea por las recientes imputaciones en las que implicó en el caso GAL al presidente del Gobierno, Felipe González, limitándose a abrir diligencias informativas.
El pasado 5 de septiembre Carlos Granados presidió la reunión de la Junta de Fiscales de Sala, principal órgano asesor del fiscal general del Estado, en la que se decidió por votación proponer a la Sala Segunda del Tribunal Supremo que enviara el suplicatorio para actuar contra el ex ministro José Barrionuevo, por su implicación en el caso GAL.
