El fiscal de París investiga el uso irregular de una vivienda municipal por Chirac

La vivienda privada del presidente Jacques Chirac se ha convertido en materia de investigación para la Fiscalía de París. El fiscal Bruno Cotte tendrá que decidir en los próximos días si las condiciones en que Chirac disfruta de su piso particular parisiense no pueden ser constitutivas de delito. Se trata de un caso muy parecido al que durante las últimas semanas tuvo al primer ministro, Alain Juppé, al borde del procesamiento, aunque parece muy improbable que el presidente se vea realmente amenazado por el asunto.Los supuestos privilegios ilegales de que goza el presidente francés fueron denunciados el sábado ante la Fiscalía por Evelyn Ferreira, una militante ecologista, basándose en las informaciones publicadas en mayo pasado por el semanario satírico Le Canard Enchainée. El presunto delito tuvo su origen en 1989, cuando los propietarios de un piso alquilado por la familia Chirac decidieron vender la vivienda y pidieron a sus ilustres inquilinos que la abandonaran.

No hubiera sido un drama para los Chirac, ya que no les faltaba dinero y vivían normalmente en la fastuosa residencia oficial de que disponía el hoy presidente como alcalde de París. Pero,- de todas formas, una sociedad participada por el Ayuntamiento terció en el asunto y por 12 millones de francos (más de 260 millones de pesetas) compró el piso y respetó el ventajoso contrato de alquiler de los Chirac: 11.000 francos mensuales (275.000 pesetas) por 189 metros cuadrados más un jardín de 525 metros en el elegantísimo Distrito Sexto. En, esa zona, 1 L-000 francos es lo que se paga por un apartamento de 70 metros sin balcón. La denunciante plantea que Chirac utilizó su poder como alcalde para, movilizar recursos municipales en provecho propio.

El fiscal Bruno Cotte ya decidió el pasado 11 de octubre que el primer ministro, Alain Juppé, había cometido un delito de injerencia al atribuirse a sí mismo un piso municipal en 1990, cuando era adjunto al alcalde de París.

El fiscal Cotte consideré, sin embargo, que dicho delito no era merecedor de procesamiento si Juppé se mudaba antes de fin de año. El primer ministro trasladó sus pertenencias a la residencia oficial de Matignon durante el fin de semana.