Mendoza reunirá de nuevo a la asamblea el 26 de noviembre

La directiva del Madrid, reunida ayer de manera permanente en el estadio Bernabéu, manejó los días 19 o 26 de noviembre como posibles fechas para celebrar una nueva asamblea de socios y se decidió por la última. La junta también estudió llegar a un pacto con Juan Miguel Villar Mir para solucionar el problema de los avales. Todos los directivos consultados negaron que se hubiera hablado de una posible dimisión de Mendoza, aunque sí reconocieron estar viviendo un periodo de "autocrítica".

No hubo convocatoria formal de junta directiva ni tan siquiera se reunieron en la sala habitual, pero poco antes de las once casi todos sus miembros se encontraban en el estadio Bernabéu. Uno de los últimos en llegar fue Ramón Mendoza. Una intervención en el programa Protagonistas, de Onda Cero, le había retrasado. Cuando el presidente llegó, ya sabían todos cuáles eran sus intenciones. Lo había comunicado en esa entrevista: "No se trata de dimitir o no, sino de, cómo y cuándo. De todas maneras, no es cuestión de hacerlo por 37 votos en contra", Eso sí, reconoció que había dormido mal: "Estoy viviendo la etapa más difícil en el Madrid".Pero Mendoza, ya en su despacho, se puso a trabajan Para él y para toda la directiva lo prioritario es desatascar las cuentas y solucionar el problema de los avales. En esa dirección fueron encaminadas casi todas las reuniones de ayer.

Desde el viernes están guardadas en el Bernabéu las garantías cumplimentadas de los 13 directivos que permanecen en sus cargos. En total, 645 millones. La intención era entregar, ayer los avales y proseguir el pleito contra el ex vicepresidente Villar Mir, pero el recrudecimiento de la crisis tras la no aprobación de las cuentas provocó ayer dudas. El domingo por la noche, Villar Mir y otro de sus directivos contactaron con miembros de la junta para hacerles llegar su preocupación por lo sucedido en la asamblea. Este acercamiento hizo pensar a los colaboradores de Mendoza que era posible solventar ene asunto sin llegar más lejos en la polémica. El tema se debatió en la junta sin que se llegara a un acuerdo. Las diferencias entre Villar Mir y Lorenzo Sanz son la causa. Pero todavía hay tiempo, ya que ayer el Banco Popular concedió tres días de prórroga a las partes afectadas para intentar llegar a una solución.

Con este margen de tiempo para maniobrar, Mendoza y sus directivos pasaron a buscar una solución para retomar el pulso del club. Hubo autocrítica generalizada. A Lorenzo Sanz, el vicepresidente, se le reprochó no haber movilizado todas las fuerzas de la entidad que les son afines. A José María Stampa, el secretario, no ser más enérgico con algunas intervenciones. Y a Antonio Méndez, el tesorero, aburrir con su exposición de las cuentas. El presidente también fue sometido a examen. Se habló del desgaste que sufre tras 10 años al frente del club, pero no se pasó de ahí. Eso sí, Mendoza preguntó en voz alta: "Si yo me voy, ¿os hacéis cargo de mi aval?". El presidente tiene avalados 150 millones de su parte, pero también ha respaldado las cantidades que les correspondían a otros dos directivos en total, 475 millones.

Pero asumir este dinero no es el problema para el futuro de Mendoza en el Madrid. Algunos directivos, tras la asamblea del domingo, mantuvieron la tesis de que a lo mejor había llegado la hora de decirle al presidente que debía apararse. Ayer, unos cuantos se plantearon decírselo, aunque de manera oficial no se hizo. Nada pasó de comentarios de pasillo. Eso sí, el presidente sabe que de un momento a otro el tema se puede abordar más en serio.