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ETA presionó tres veces a Zabaleta para que renunciase a su disidencia

ETA envió tres comunicaciones al miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna Patxi Zabaleta en las, que le censuraba su actitud crítica contra las tesis oficiales de la coalición. Con estas comunicaciones la banda terrorista pretendía obligar al parlamentario navarro a reconducir su disidencia pública. Zabaleta ha anunciado su intención de no presentarse a la reelección como miembro de la dirección y asegura sentirse "perdedor en la confrontación" para reconducir la estrategia errónea de HB.

ETA no pasa por alto ninguna crítica y menos si cuestiona las bases de la estrategia que la organización terrorista ha impuesto en HB a través de los hombres y mujeres de la Koordinadora Abertzale Socialista (KAS) que se: sientan en la mesa nacional. Los reproches, de Zabaleta sobre el fracaso de la lucha armada para conseguir logros Políticos, su petición a la organización para que decrete una tregua y su oposición a las algaradas callejeras alentadas por la actual dirección de HB no podían pasar por alto en la dirección de ETA.La banda ha recriminado en tres ocasiones al parlamentario navarro su disidencia pública con la línea oficial, una estrategia metida de lleno en la desestabilización, en la huida hacia adelante y en la violencia callejera. A requerimiento de este periódico, el todavía miembro de la mesa nacional no ha querido comentar las comunicaciones de ETA.. aunque no desmintió haberlas recibido.

El debate abierto a primeros de año en el seno de la coalición se saldó en primera instancia con la aprobación de la ponencia oficial Oldartzen y culminará con la renovación de los integrantes de la Mesa Nacional de Herri Batasuna. Zabaleta, junto a un grupo de militantes navarros, intentó a través de su ponencia parcial Erkide (Militante) introducir variaciones en la línea política de la coalición y en su organización interna. En la ponencia se reconocía que la lucha de ETA no había conseguido ningún objetivo político en los últimos 20 años y se apostaba por admitir en el seno de la. coalición la existencia de corrientes organizadas y críticas con la oficialidad que encarna KAS. Erkide fue derrotada.

Paralelamente, Zabaleta no abandonaba la crítica pública a la dirección e incluso, previamente, a la propia ETA, al desaprobar el asesinato del concejal y portavoz del Partido Popular (PP) Gregorio Ordóñez. ETA interpretó esta disidencia como intolerable y, tras censurar las críticas de Zabaleta, le remitió una carta en la que le conminaba a guardar silencio y a expresar sus puntos de vista en el seno de la coalición.

"Un perdedor"

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Patxi Zabaleta -que lleva en la mesa nacional desde 1987 y previamente entre 1979 y 1983- se siente "un perdedor en una confrontación políti ca". Asegura que no va a desdecirse de todo lo que ha escrito y dicho públicamente y argumenta que no se presenta a la reelección en la mesa nacional porque disiente de la línea oficial recogida en Oldartzen y por motivos personales. "La mesa nacional no es un lugar adecuado para el debate político. Es más un órgano ejecutivo de gestión política. Para debatir en HB es mucho mejor no estar en la mesa", aseguró a este periódico. En el campo político, Zabaleta está dispuesto a seguir reflexionando y trabajando en HB. "No pienso abandonar mi militancia en HB. Además, creo que la estrategia de violencia en las calles vascas es un desafío frontal y poco meditado que, personalmente, considero que no puede, perdurar mucho tiempo".

Ayer, al tiempo que trascendían estas coacciones a Zabaleta, la madre de un preso de ETA denunciaba en la cadena SER que ha sido amenazada para que acuda a las manifestaciones abertzales que piden la aministía para los reclusos de la banda. Reveló que su hijo encarcelado ha recibido palizas de sus compañeros por este motivo.

La mujer llamó de forma espontánea al programa Hoy por hoy tras escuchar la intervención de la esposa de un cabo asesinado por ETA en 1981. Dijo sentirse conmovida por el testimonio de la viuda, y añadió: "A mí nadie me va a traer a casa a mi hijo jamás, ni el Gobierno ni nadie, pero es, porque ni la misma ETA quiere, ni los mismos de HB". "Se me amenaza para que vaya a las manifestaciones", prosiguió. "Ahora ya me han hecho uno más de ellos. A mi hijo le han pegado porque yo no iba a esas manifestaciones ni a la cárcel, más que a mi manera, cuando buenamente podía ir".

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