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Con las llaves puestas

Frecuentes robos de coches en gasolineras de autoservicio mientras el conductor paga

Elsa Fernández-Santos

"¿Cerrar las puertas? Pero si no tardo nada en pagar". Así de segura se mostraba ayer la clienta de una gasolinera de autoservicio que después de repostar dejó el bolso en el asiento, la radio puesta, las llaves en el contacto y a su hijo pequeño dentro del coche. La mujer ignoraba que sólo en la última semana al menos cuatro vehículos han sido robados ante las narices de sus propietarios mientras pagaban en gasolineras de este tipo. Los ladrones aprovechan los segundos de descuido para extraer el coche de una forma tan limpia que nadie se percata.A Rafael Ibáñez, empresario de 32 años, le ocurrió el pasado martes. Paró a repostar en la gasolinera de autoservicio de la calle de Reina Cristina (Atocha), y mientras pagaba se quedó sin su flamante Mondeo "de un rojo muy vivo", dice desconsolado. Eran las diez de la noche y se había dejado las llaves puestas. Los ladrones se colocaron junto a su vehículo dentro de otro coche. Iban en un Ford Fiesta blanco", recuerda. "Al salir de pagar, exclamé: '¿Ha visto alguien un Mondeo rojo?. Y me contestaron: Sí, acaba de salir pitando". "Todavía no lo creo. Es más, desde entonces he recorrido muchas gasolineras para ver si hay más gente que como yo se deja las llaves puestas, y es casi todo el mundo. El otro día, por ejemplo, un hombre dejó de par en par un BMW 3-25. Al verme husmeando se acerco a mí. Le conté lo que me había ocurrido y no pudo evitar reírse un poco, y lo entiendo".

"El viernes robaron aquí un Audi", dice la dependienta de la gasolinera de la calle de Alberto Aguilera, 9. "Era de una mujer que se dejó dentro el bolso, varias maletas y, por supuesto, las llaves. Al salir no podía creer lo ocurrido. Fue a las cuatro de la tarde y, aunque aquí tenemos barrera de control, otro coche le esperaba para salir pegados y bloquearla".

Según la policía, no es nada nuevo este tipo de robo. "El hurto de coches por descuido no es muy habitual, pero nunca se sabe", afirman. "Es mejor no tentar a la suerte", explica un hombre que, cuando paga en un autoservicio, no sólo quita las llaves, sine, que conecta el sistema antirrobo.

"Aquí no han robado. Aquí lo normal es que muchos se vayan sin pagar", dice el cajero de un surtidor de la calle de José, del Hierro. Esta gasolinera está empapelada con las fotos de los que se han ido así. "Tenernos siete cámaras", advierten.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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