La peseta, ajena a la fragilidad del dólar y la nueva caída del franco
Al franco le duró poco el mensaje de confianza que mandó ayer el Banco de Francia a los mercados financieros al reducir en 0,25 puntos el tipo de interés de emergencia que subió hace diez días para contrarrestar, precisamente la especulación contra su divisa.
El franco respondió inicialmente bien a este recorte, que deja los tipos de emergencie en el 7%, pero noticias sobre un escándalo de corrupción que afectaría en este caso al nuevo ministro de Economía, Jean Arthuis, dieron al traste con estos avances y provocaron una nueva depreciación del franco frente al marco -que cerró en Europa a 1,49 francos por marco frente a los 1,47 que llegó a subir-.
El dólar mantuvo a duras penas las ganancias de los últimos días en un mercado nervioso por la publicación, mañana, del déficit exterior de agosto en Estados Unidos. Cayó hasta 1,4235 marcos al cierre europeo frente a los 1,4305 del viernes pasado.
La peseta, sin embargo, aguantó bien la debilidad de las dos divisas que más influyen en su cotización. La moneda española apenas fluctuó y se mantuvo estable en torno a las 86,25 pesetas por marco alemán. Frente al dólar, cotizó a 122,55 pesetas. La deuda española no se comportó tan bien. La rentabilidad del bono a diez años, subió hasta el 10,87% frente al 10,80% de la semana pasada y el diferencial con Alemania -que mide la desconfianza del ahorro exterior en España- superó los 4,30 puntos porcentuales.
Las bolsas europeas no fueron ajenas a la incertidumbre. El índice general de Madrid perdió un 0,44%. París fue la que más retrocedió un 1,46%. Londres cayó un 0,30% y Francfort un 0,25%.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.