Marceliano y sus muchachos
El jefe de la Unidad Central de Policía Judicial es el comisario Marceliano Gutiérrez. El miércoles por la mañana, según fuentes solventes, Gutiérrez fue informado de que el juez Moreiras había dictado orden de detención e ingreso en prisión de Mario Conde. Gutiérrez, pues, envió a dos miembros de la Policía Judicial al domicilio del ex banquero, en la calle de Triana en Madrid. Pero en lugar de trasladarle a un organismo carcelario le llevaron a la Audiencia Nacional.La orden de detención e ingreso en prisión se suele ejecutar sin más. El argumento, por ejemplo, de que a Conde no se le había notificado el auto de prisión dictado por el juez Moreiras, según las fuentes consultadas, no es válido, pues la secretaria del juzgado podía haberlo hecho trasladándose a la prisión y dando cuenta al encausado de dicha resolución.
La posibilidad de que los abogados de Conde lograsen, en comunicación con el juzgado, que el detenido fuese trasladado a la Audiencia Nacional para tomar conocimiento del auto de prisión parece también muy difícil de sostener. ¿Podía la secretaria del juzgado autorizar un desvío del itinerario del detenido, desde la cárcel hasta la Audiencia? En ningún caso.
Es curioso que el principal protagonista, Moreiras, insista en que él no sabe por qué Conde fue a parar a la Audiencia cuando la orden era enviarle a prisión. No lo es menos que el juez insista en que no quería tomarle declaración y que luego se la tomó.
En cualquier caso, lo que el comisario Marceliano Gutiérrez y sus muchachos hayan hecho el miércoles 11 entre las dos y las tres de la tarde seguramente ha tenido que ver con instrucciones transmitidas posteriormente a la orden de detención e ingreso en prisión de Conde impartidas hacia las doce del mediodía del día apuntado.
Aunque tiene interés saber exactamente quiénes participaron en la fase de detención y quiénes hicieron el enjuague para que Conde terminase, no en la cárcel, sino en la Audiencia, lo relevante es otra, cosa: Moreiras finalmente acudió a la Audiencia Nacional y aceptó la oferta de Conde de declarar, hecho que se produjo sin. la presencia del fiscal de guardia (Jesús Santos), que se ofreció al juez a participar, ni de las partes personadas en el sumario. Si Moreiras pensaba ir a jugar al tenis, como afirma, eso puede ser relevante para él, pero no para explicar su presencia ante Conde en la Audiencia Nacional. He ahí el punto central: la presencia de Moreiras en la Audiencia esa tarde y no la de Conde, aunque esta última deba también aclararse.
