La policía desmiente al juez y dice que este no ordenó llevar a Conde a prisión
El juez Miguel Moreiras sabía que la policía iba a detener el miércoles pasado a Mario Conde y que, en cuanto lo hiciera, lo llevaría a la Audiencia Nacional para ponerlo a su disposición, aseguran fuentes policiales, que desmienten así las declaraciones del magistrado, Moreiras afirma ignorar, según publicó ayer ABC, por qué Conde fue conducido a la Audiencia. "Tenían que haberlo llevado a la cárcel", añade. Si acabó en la Audiencia, remacha, "no fue por orden mía"Portavoces de la policía rechazan de plano la posibilidad de que los agentes incumplieran o interpretaran a su antojo una orden judicial y afirman que no entienden por qué el magistrado manifiesta ahora sorpresa o extrañeza.
Sobre la una de la tarde del miércoles Moreiras envió al jefe del Servicio Central de Policía Judicial, Marceliano Gutiérrez Rodríguez, un documento ordenándole que localizara y detuviera a Conde, como paso previo a su ingreso en prisión. El magistrado hizo llegar al comisario un "autorazonado" con los delitos que imputaba al ex banquero. "Ese auto es lo que sirve de base a los funcionarios para: informar a Conde, como establece la legislación, de los cargos por los que se le detiene", afirman fuentes policiales.Gutiérrez envió a sus agentes a buscar al ex presidente de Banesto a su casa de la calle de Triana. Acto seguido le trasladaron a la Audiencia Nacional para ponerle a disposición de Moreiras. "Eso es lo que se hace siempre cuando no tenemos la orden escrita de llevar al detenido a ninguna prisión concreta ni el oficio judicial que es preceptivo entregar al director de la cárcel para que acepte hacerse cargo del detenido", señala un portavoz.
El juez tampoco había enviado ningún papel a la Secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios, que no puede hacerse cargo de ningún preso sin una orden judicial escrita. "Es impensable que un funcionario de prisiones acceda a encarcelar a una persona simplemente porque se la lleven unos policías", afirma la misma fuente.
Sin indicación judicial expresa de la prisión a la que debe ser conducido, nunca se traslada a un detenido a la cárcel, ni siquiera cuando se trata de un delincuente sobre el que pesa una orden de búsqueda e ingreso en prisión, según la policía. Los agentes siempre le llevan al juzgado para que decida si sigue en vigor la orden y en qué penal se le ingresa.
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