LA GUERRA DE VALDEMINGÓMEZ

El Estado endurece la norma para incinerar basuras en Valdemingómez

Madrid - 15 oct 1995 - 00:00CET

El Estado bajará los humos a las incineradoras. El Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente aprobará antes de diciembre un decreto ley sobre envases y embalajes. La norma impone límites estrictos a la eliminación de estos productos por, el método de la combustión. Envases y embalajes suponen el 40% de la basura que entra en los hornos de las incineradoras municipales.Arturo Gonzalo Aizpiri (PSOE), director general de Política Ambiental, asegura que el decreto nacional afectará a la planta que el Ayuntamiento de Madrid pretende abrir en Valdemingómez, junto al municipio de Rivas Vaciamadrid (20.000 vecinos). "La emisión de dioxinas como consecuencia de la incineración de envases y embalajes no podrá superar los 0,1 nanogramos (milmillonésima parte de un gramo) por metro cúbico de aire. El decreto, que ya conocen las autoridades regionales de Madrid, será de aplicación a las incineradoras de residuos sólidos urbanos como la de Valdemingómez", explica Gonzalo España no tiene aún legislación sobre emisión de dioxinas en incineradoras de residuos urbanos.

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Los hornos de Valdemingómez, construidos y pagados (16.000 millones de pesetas) por la empresa privada Dragados, quemarán 600 toneladas de basura al día: 180.000 toneladas al año, un 201/o del total (900.000) que genera la ciudad. Pero el fuego -los desperdicios se quemarán a más de 850 grados de temperatura- no podrá acabar con todos - los desperdicios; al menos dejará anualmente 15.000 toneladas de cenizas y escorias -considerados residuos tóxicos- en la caldera. La incineradora de Madrid producirá energía suficiente para abastecer a una ciudad de 60.000 habitantes. Sólo el PP lo agradece. IU y PSOE torpedean el proyecto. Hace seis años todos los grupos municipales aprobaron la construcción de la incineradora para resolver el problema de la falta de capacidad del vertedero de Valdemingómez, que acumula ya más de 13.000 millones de toneladas de desperdicios y ocupa 110 hectáreas.

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Julia González (IU), concejal de Salud y Medio Ambiente de Rivas, explica que la única tecnología que permite analizar la emisión de dioxinas está en Estados Unidos. "Y la planta carece de sensores", remacha.Pero eI concejal de Medio Ambiente mantiene que con la tecnología del complejo y cumpliendo las "tres T" (temperatura: más de 850 grados; tiempo de combustión: entre uno y dos segundos, y una turbulencia determinada) la emisión de dioxina será mínima y nunca tóxica. "Si la emisión no supera los 0,1 nanogramos, no habrá que mejorar la planta. La tecnología alemana y japonesa que hemos incorporado garantiza que las emisión serán muy bajas". Si se supera el límite máximo, el PP se compromete a instalar un filtro de carbón activo para rebajar las emisiones. ¿Y por qué no se instala ya? "Si no es necesario, no hay por qué", contesta el edil.

García Loygorri defiende con nuevos informes el sistema de incineración: "La consultora británica Junyper Consultancy Services, LTD, asegura que en los próximos 10 años se ampliará capacidad de incineración en uni 53%".

El regidor de Rivas replica: "Encender los hornos es una imprudencia temeraria. El Ayuntamiento de Madrid obligaría a todos sus vecinos a correr un riesgo tremendo. Mercamadrid está sólo 2,5 kilómetros en línea recta de la incineradora".

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