Entre Auger y Aranda
Si la nota del presidente de la Audiencia Nacional, Clemente Auger, es respondida honestamente por Moreiras, los hechos irregulares del miércoles 11 de octubre quedarán oficialmente en evidencia. Auger es, por tanto, la espada. Al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, José Aranda, le toca ser la pared: su recurso de reforma al auto de libertad de Mario Conde puso ayer en calzoncillos al juez, en su recurso de reforma, cortando su escapatoria.Ni Gordillo pidió, como asegura Moreiras, la adopción de una medida cautelar de prisión, ni Aranda le dio el plácet para cargarse la acusación de un delito de apropiación indebida contra Mario Conde. El primero pidió el auto de apertura de juicio oral y en él debía estimarse si adoptar o no medidas cautelares; el segundo sugirió a Moreiras que no enviara a Conde a la cárcel en virtud de la existencia de medidas cautelares en otro procedimiento y de un fallo de la sección segunda del 30 de enero de 1995.
Pero al cancelar la acusación de un delito de apropiación -cosa que el fiscal ataca por entender que no existen indicios para anular la acusación en esta fase-, el propio Moreiras se ha puesto el dogal al cuello en su deseo de acumular el caso Banesto que lleva García-Castellón. Porque el único delito de que acusa a Conde es el de falsedad, y en éste no es competente la Audiencia Nacional, sino la plaza de Castilla.
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