Luis Galán: silenciosa, silenciadamente
En agosto se murió silenciosamente, silenciadamente, un combatiente por la libertad y la emancipación humana: Luis Galán Jiménez, natural de Ávila (1916). Estudiante de derecho, se sumó a la Federación de Estudiantes Universitarios y a las incipientes Juventudes Comunistas en 1932. Combatió durante la guerra civil no sólo con la pluma: en los frentes de Teruel, Maestrazgo, Levante y Extremadura. Posteriormente, lo previsible: exilio, pasó por un campo de concentración argelino, llegada a la URSS y dedicación fundamental a la radio propagandística, primero en Radio Moscú, después desde Radio España Independiente. Galán fue además un excelente traductor de Fadeiev, Scholojov y Nekrasov, y uno de los pioneros del comunismo liberal, asumido desde su condición de testigo de excepción de las conductas caníbales y autofágicas dentro de los países llamados del socialismo real.Tuve la suerte de conocerle en un encuentro clandestino en París en pleno transfranquismo. Era un intelectual fino y curtido, lo suficiente como para haber descubierto que la ironía es una manera sentimental de asumir la impotencia de la razón. Años después, le prologué sus espléndidas memorias, Después de todo: recuerdos de un periodista de la Pirenaica, publicadas en Anthropos, 1988. Después de todo es un libro fundamental para comprender tridimensionalmente las relaciones en el up & down de la dirección comunista y refleja un respeto entrañable por la izquierda inocente, resumido en una cita de Joseph Roth: "La alegría de haber bregado por una gran idea sigue determinando nuestra conducta mucho después de que la duda nos haya vuelto lúcidos, conscientes y desesperanzados".
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