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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Acusar por acusar

EL PARTIDO Popular ha elevado espectacularmente el tiro en su escrito de acusación contra los presuntos responsables socialistas en el llamado caso Filesa. Nada menos que 530 años de cárcel -casi el triple de los que solicita el fiscal- pide para los dirigentes del PSOE implicados en el caso, a los que imputa la comisión de 21 delitos, en lugar de los ocho que les atribuye el acusador público.Parece, sin embargo, que el PP ha gastado toda su munición con los socialistas y se haya quedado sin balas para apuntar a los directivos de las empresas y entidades públicas y privadas sin cuy o concurso más o menos requerido, pero real el caso Filesa no hubiera pasado de ser una mera maquinación sin efecto. Cierto es que el extorsionado no es equiparable al extorsionador. Pero el PP imparte aquí su absolución antes de que el Tribunal Supremo se pronuncie. ¿En qué se basa esa actitud extrema del PP en su escrito de acusación en el caso Filesa? No puede ser desde luego, en los datos obrantes en el sumario instruido por el juez Barbero, punto de partida obligado de cualquier acusación que se pretenda objetiva. El PP, mejor que nadie, está en condiciones de conocer los datos. Para eso tuvo que servirle su personación en la causa desde que se iniciaron las diligencias.

Lo más llamativo, en todo caso, del escrito de acusación del PP en el caso Filesa no es tanto que haga una petición desorbitada de años de cárcel para unos imputados y exculpe totalmente a otros. Cada acusador, es libre de apreciar y calificar jurídicamente los hechos de la investigación sumarial como estime en derecho. Siempre que no violente los hechos y respete las reglas procesales.

Lo chocante es que el PP impute 19 de los 21 delitos que a su entender, se cometieron en el caso Filesa a unos no identificados "responsables de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE", para los que no se priva de solicitar la correspondiente parte alícuota de años de cárcel. ¿Cómo se puede acusar en un proceso a personas no identificadas y pedir para ellas penas de cárcel? Lo primero que hay que hacer es identificar a las personas, y eso sólo puede ser obra de la investigación sumarial. A no ser que el PP tenga datos que no figuran en la instrucción del juez Barbero. Si tales datos existieran en el sumario, no cabe duda de que el ministerio fiscal los habrá utilizado en su escrito de acusación.

Pretender que toda la culpa en el caso Filesa, y no sólo la principal, recaiga en el PSOE, y especialmente sobre sus máximos dirigentes, puede ser un legítimo y defendible objetivo político. También lo puede ser penal, pero a condición de que existan datos e indicios, comprobados y no meras suposiciones. La desmesura acusatoria del PP no hubiera chocado en un debate político, pero llama la atención en el marco de un proceso penal. El que el PSOE haya obstruido cualquier investigación parlamentaria sobre el caso Filesa no justifica que el PP traslade al campo judicial la batalla política que mantiene sobre este asunto con el partido del Gobierno. Nada justifica una tan evidente politización del proceso penal como la que pone de manifiesto la desmesura acusatoria del P.P. Es otro ejemplo. de la instrumentalización de la justicia con fines políticos y partidarios. Que los socialistas tengan mucha culpa de que hayamos llegado a estos extremos no es un paliativo para el disparate de esta actitud del PP.

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