Gracias, señor taxista
Deseo mediante estas líneas dar pública muestra de agradecimiento a un taxista madrileño para mí ilocalizable.El caso es que vivo en Barcelona y, por motivos familiares, tuvimos que desplazarnos mi esposa y yo a Madrid el sábado 16 de septiembre.
Poco después de las once de la noche del mismo día tomé un taxi en el hotel Agumar hasta e hotel Convención. Por ser tres los ocupantes, me senté al lado del conductor. Una vez llegado mi destino me apercibí de que no llevaba la cartera de bolsillo. Si duda por propio descuido, no la había metido debidamente en el bolsillo.
- Grande fue mi angustia, pues el taxi ya había partido y en la cartera llevaba, además del dinero, mi documentación personal.
A la mañana siguiente bajó mi esposa a la recepción del hotel, y allí le dijeron que alguien había depositado durante la noche mi cartera con la documentación y el dinero.
Si grande fue mi alegría, mayores fueron las ganas de estrechar la mano y mostrar mi gratitud a ese anónimo y honesto taxista. Sirva esta carta de testimonio. De nuevo, gracias.- Alberto Meca Ketterer. .
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