El Príncipe se interesa en Alicante por inmigrantes y la participación ciudadana
Los problemas que plantea la inmigración, la forma en que los ciudadanos pueden participar en los organismos municipales y la armonización del ocio nocturno y el descanso en la ciudad fueron tres de los asuntos que ayer atrajeron la atención del príncipe Felipe en su visita oficial a la ciudad de Alicante, a la que dedicó casi íntegramente la segunda jornada de su recorrido por la Comunidad Valenciana.
El Príncipe llegó a Alicante poco después del mediodía y saldrá hoy hacia Ibi y Castellón. Don Felipe -que conoce bien la ciudad, en la que pasó algunos fines de semana durante su estancia en la Academia del Aire de San Javier recibió muestras de cariño de centenares de alicantinos congregados en la plaza del Ayuntamiento y saludo a los vecinos en el trayecto que separa la Casa Consitorial del hotel Meliá en el que se alojé, unos 500 metros que recorrió a pie.La jornada se caracterizó por la exhaustiva explicación de los logros, carencias y posibilidades de la capital, que recibió Don Felipe de boca del alcalde, Luis Díaz Alperi (PP), y resto de concejales del equipo de gobierno.
Díaz Alperi, tras la obligada semblanza de Alicante, repasó los efectos que dejó en la ciudad la crisis económica, con especial incidencia en sectores como la industria manufacturera y la construcción.
No olvidó el alcalde explicar al Príncipe los grandes retos pendientes, entre los que destacó la llegada del tren de alta velocidad y la Construcción de un palacio de congresos, imprescindibles para que Alicante "sea esa moderna ciudad de servicios que la provincia demanda", según dijó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.