Una guerra de precios remueve el mundo literario en el Reino Unido

Las feroces leyes del mercado que rigen la economía capitalista habían respetado hasta ahora al sector editorial británico. Un acuerdo denominado Net Book Agreement, creado hace 95 años, establecía las reglas de juego y los precios de lanzamiento de cada libro. Sin embargo, la presión de las grandes cadenas de venta ha dado al traste con años de concordia entre editores, libreros y escritores. Desde ayer, los grandes supermercados-descuento, cómo Tesco y Asda, exhiben en sus estantes los bestsellers editoriales con descuentos nunca vistos. La guerra de precios del mercado editorial no ha hecho más que empezar, y todo apunta a que esta vez, al menos, será el consumidor la parte más favorecida.

Cadenas de papelería y prensa como WH Smith y su subsidiaria de librería Waterstones han entrado de lleno en una batalla, propiciada la semana pasada por el abandono unilateral del NBA de las tres mayores editoriales del país -Harper Collins, Random House y Penguin- El pistoletazo de salida que ha convertido al NBA en puro papel mojado lo había dado en 1991 la editorial Reed, pero fue la retirada de la poderosa Hodder Headline, a finales del año pasado, la que asestó el golpe definitivo a un acuerdo tripartito abandonado ahora por las tres grandes compañías editoriales del Reino Unido.

Descuentos

Ayer, los clientes de Dillons -gran cadena de librerías propiedad del grupo Thorn EMI- tenían a su disposición los cinco libros finalistas del prestigioso Premio Booker -el más importante galardón literario del Reino Unido- 400 pesetas más baratos que la pasada semana. En Warterstones se vendía la última novela dé Martin Amis The Information a mil pesetas (el precio impreso en la solapa es de 3.000), al comprar cualquiera de las novelas finalistas del citado premio. Por no hablar de la ofensiva de los supermercados Woolworths, que ofrecían con descuentos aún más llamativos, en sus 250 esablecimientos a lo largo y ancho del país, los diez libros más taquilleros del mercado, tanto c n tapas duras -los que acaban de editarse- como blandas- posteriores ediciones-.La ruptura del NBA se traducirá, sin duda, en daños írreparables para los pequeños libreros y, según algunos escritores, en los propios autores. Anthony Sampson, periodista y ensayista, lamentaba ante las cámaras de la BBC la fatal pérdida de un marco comercial que ha protegido hasta ahora los intereses de los autores y de las librerías. Sin embargo, Gail Rebuck, presidenta de Random House, consideraba insostenible la situación de los últimos años. En una entrevista publicada ayer por el diario The Independent, Rebuck responsabilizaba a los mayoristas de la decisión final adoptada por la editorial que representa y otras dos firmas del mercado editorial, que ha dejado fuera de juego al NBA.