"Nuestro éxito en el País Vasco se debe en parte a Arzalluz"
Mariano Rajoy Brey, de 40 años, gallego, vicesecretario general y responsable de la política territorial del PP, fue artífice del pacto autonómico de 1992 con el Gobierno. Ahora cree que hay que reeditar el constitucional y cerrar el modelo autonómico en dos legislaturas.En su opinión, la autoridad de la dirección del PP impide las baronías y, por tanto, estima que sus diez comunidades podrán salvar el primer escollo: la cesión del 15% del IRPF. También considera que los nacionalismos deben cambiar para no sufrir un bajonazo ejectoral.
Pregunta. El PP lleva casi 100 días gobernando en diez autonomías. Una de sus primeras medidas públicas ha sido denunciar un agujero de 300.000 millones. ¿Una coartada para eludir responsabilidades?
Respuesta. Es un intento de decir lo que hay y lo que se pretende. Pretendemos cumplir un compromiso nacional en materia de déficit y deuda. Se nos ha acusado de falta de rigor. En Valencia se nos ha dicho que hubo un in forme de la Sindicatura de Cuentas, pero ésta no puede auditar datos que no se ponen en su conocimiento. El día 28 se celebró un debate en el pleno del Parlamento regional y quedó que había 150.000 millones sin presupuestar. El compromiso del PP es tratar de gobernar con el rigor del que han carecido algunas administraciones socialistas.
P. Pero el problema ha sido general en las comunidades por el enorme esfuerzo inversor que han hecho.
R. Hemos dicho que ha habido comunidades socialistas en que se han hecho mejor las cosas, como. Asturias y La Rioja, y otras, como Madrid, Aragón o Valencia, en que se podían haber hecho mejor.
P. ¿Quiere decir que el peso de la deuda heredada va a ser una carga tremenda para algunas?
R. Lo que digo es que hay que tomar la decisión sobre si se imputan a presupuestos, con lo que la capacidad inversora disminuye, o si se convierten en deuda, con lo que se corre el riesgo de saltarse el plan de control pactado en 1992.
P. El ministro de Economía, Pedro Solbes, ha dicho que aceptará la prórroga del 15% del IRPF si las comunidades están de acuerdo. Galicia y Castilla y León no lo aceptaron y Baleares, también del PP", sí.
R. Todo el mundo está de acuerdo en que el 15% del IRPF no es un buen sistema. El modelo de financiación finaliza en diciembre de 1996. Tenemos todo ese año para preparar otro que tenga en cuenta el principio de corresponsabilidad fiscal y llegara un entendimiento entre comunidades. El Gobierno ha presentado unos presupuestos sin consultar con ellas, lo cual es incumplir la legalidad vigente.
P. ¿Habrá acuerdo entre las comunidades del PP o hay riesgo de baronías?
R. El partido funciona bien. No hay problemas internos. Hay una dirección que tiene autoridad. Hemos conseguido que prime la idea de coordinar políticas antes que imponerlas.
P. Han topado con problemas en sus nombramientos, como el del director de la televisión valenciana, un diputado del PP, o las incompatibilidades del presidente de la Diputación coruñesa, Augusto César Lendoiro.
R. El director de la televisión dimitió y Lendoiro renunció a su acta de diputado. Los socialistas también nombraron en su día al diputado Luis Solana director de TVE o a un militante como Calviño. Ahora acaban de poner al frente de un telediario a un ex portavoz, Sotillos.
P. Arzalluz ha dicho que el PP es la derecha agresiva: "Viene a por nosotros". ¿Qué le sugiere?
R. Si sigue manteniendo ese discurso corre el serio riesgo de que las tendencias apuntadas en las últimas elecciones en el País Vasco aumenten con mayor celeridad. El PP ha experimentado un ascenso muy importante, sobre todo en las capitales. Buena parte del éxito se debe a la evolución del partido al configurarse como una fuerza centrada, con homologación europea, pero también al discurso de Arzalluz, que provoca que sectores de profesiones liberales, empiecen a hartarse por estar pasado de moda.
P. Si en las elecciones generales el PP no consigue la mayoría absoluta, tendrá que pactar con Pujol y Arzalluz.
R. El PP ha demostrado capacidad de pacto sobradamente. Gobierna con Coalición Canaria, con Unión Valenciana, con el Partido Andalucista, con el Partido Aragonés, incluso con el PNV en el Ayuntamiento de Bilbao. También ha acreditado una capacidad para dialogar y establecer bases de futuro con algunas de las fuerzas de CiU. Quienes tienen que acreditar la capacidad de diálogo son Pujol y Árzalluz. No creo que a sus electores les guste dar su apoyo a un partido incapaz de entenderse con el que ha ganado las dos últimas elecciones en España.
P. ¿Y si no consiguen la mayoría absoluta?
R. Por nuestra parte, no va a quedar. Pero el acuerdo será sobre la base de un proyecto político que se presente en el Parlamento y que merezca su confianza. Lo que no queremos es que se gobierne como en los dos últimos años, en que el presidente nunca presentó un programa y unas medidas que fueran aprobadas por la mayoría de la Cámara. Quienes tienen que meditar en el futuro son Pujol y Arzalluz.
P. El PNV solicita 45 transferencias con el apoyo de su Parlamento. ¿Qué harían ustedes?
R. Tengo la impresión de que en el PNV hay dos tipos de personas: las que están en un discurso pasado y las que consideran que su principal obligación es gobernar. A mí me gustaría que el PNV se preocupara más por los problemas reales y se olvidara de discursos sin futuro que conducen a la frustración. Tengo la convicción de que el PP, en una situación de normalidad con el PNV, podría perfectamente, y con mayor claridad que el PSOE, fijar unas reglas de juego claras en materia autonómica. Podría sentarse a hablar racionalmente de los temas, dejando de lado los caducos, y llegar a un entendimiento en las transferencias.
P. Jiménez Losantos ha manifestado en un libro, en referencia a Cataluña, que el régimen constitucional se degrada, además de por la corrupción, por el cáncer nacionalista. Concluye que hay riesgo de contienda civil.
R. España tiene muchísimos problemas, pero no creo en ese riesgo. En el País Vasco hay una situación lamentable que no creo que afecte a Cataluña. A pesar de los enormes intentos de Pujol para presentar a Cataluña como una realidad monolítica, es plural. Basta ver las últimas elecciones. Hay una parte importante de gente que quiere un proyecto catalán compatible con uno nacional. Este proceso ya está en marcha en el País Vasco. El gran problema de los nacionalismos catalán y vasco es que el horizonte que formulan es irreal. Creo que a medio plazo van a bajar los apoyos a los nacionalismos. El PP no había sido capaz de presentar un proyecto atractivo, pero ha mejorado, ha asumido la defensa del autogobierno. Sin embargo, nadie sabe qué pretenden CiU y el PNV.
P. ¿Qué cambiaría en su relación con los nacionalistas respecto a la de los socialistas?
R. El error más importante de los socialistas es no tener un proyecto claro de autogobierno con el País Vasco y Cataluña. El PSOE ha estado en el chalaneo, cambiando transferencias por apoyos políticos, y eso genera frustración. El PP pretende reeditar el pacto constitucional para establecer qué tipo de estructura territorial queremos frente a los nacionalistas que preferirían moverse en el terreno de la ambigüedad. Necesitamos, como en en Alemania, fijar unas reglas de juego.
P. ¿Definirán el modelo en su programa electoral?
R. Estas cosas no. son fáciles. Requieren acuerdos. Ahora es el momento de pedir al PNV y CiU que evolucionen. Los demás lo hemos hecho.
P. ¿Cuánto tiempo necesitarían para cerrarlo?
R. Dos legislaturas. Tenemos 1996 para pactar el modelo de financiación y la organización de la Administración periférica es cosa de una ley.
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