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Tribuna
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Himnos

El himno del Madrid es sonrojante, pero sarna con gusto no pica; el del Atlético es aberrante, pero está ensoberbecido (¿por cuánto tiempo?). Ambos simulacros líricos se entonan con reincidencia, incitando a la pasión, a la melancolía o al despecho. Es decir, cumplen el fin para el que fueron creados. La Comunidad de Madrid, en cambio, tiene un himno latiniculto y sibilino. Casi nadie lo conoce; quien lo conoce, se desentiende de él; quien lo entiende, se parte de risa. Ni Dios, lo canta, nadie lo tararea, es ignorado por castizos y neobarrocos (hay quien dice que sólo Leguina logró memorizarlo). De todo lo cual se colige que esa pieza no cumple los requisitos imprescindibles para ser himno de nada.El cambio de Gobierno en la Comunidad es disculpa providencial para enmendar el dislate. Hay que buscar un himno.

Algunos defienden la candidatura del chotis Madrid. Sería un desatino. El chotis está secuestrado por minorías radicales, aunque jurásicas, del casticismo; huele a alcanfor y carece de garra épica. Otros sugieren Pongamos que hablo de Madrid o La Puerta de Alcalá. La idea no es descabellada, pero las masas enardecidas no están para filigranas. La turbamulta es mucho más sensible a lo rupestre. Desde esta perspectiva, algunos esgrimen un despropósito temerario: La vaca lechera es un buen himno para Madrid, de igual modo que Asturias patria querida lo es para la tierra de don Pelayo. Ambas partituras tienen en común su universalidad, su bucolismo y los favores de la plebe.

Hay que aprender de los asturianos, que se lo han hecho magistral. El himno del Principado lo cantan hasta los chinos cuando van de romería. Y luego suben al árbol, cogen flores, retozan por el prado y se ponen tibios a culines. Eso es una bendición. Nosotros precisamos algo de ese tenor, algo que diga, por ejemplo: "Tengo de subir al madroño/ y una castaña he de coger".

Al fin y al cabo, el patriotismo y las castañas se tambalean juntos en la historia, son compañeros de viaje, y se pasean del brazo por el prado, tolón tolón.

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