El alcalde de Pantoja garantiza que la familia de los detenidos no corre peligro
La agitación vecinal se acercó ayer a la casa del matrimonio detenido. En Pantoja, el pueblo toledano de 2.037 habitantes donde vivían Emilio Muñoz y Felisa García, detenidos por su presunta implicación en la muerte de Anabel Segura, numerosas personas volvieron a concentrarse ayer en las inmediaciones de la casa de los detenidos. La vivienda unifamiliar, cuyo local de garaje era utilizado por el matrimonio como churrería y heladería, fue ayer muy visitada.
Los habitantes de Pantoja prosiguieron con su serie de amenazas a los familiares de los Muñoz. Sin embargo, según el alcalde, lldefonso Alonso, la familia del matrimonio Muñoz -tiene cuatro hijos- no corre el riesgo de ser agredida por los vecinos.
En declaraciones a Servimedia, el regidor indicó: "Todos en el pueblo están nerviosos, hablan mucho y dicen malas cosas, pero aquí nadie va a pasar a la acción". "La familia no se encuentra en peligro", concluyó.
Los vecinos aseguraron ayer que no reconocieron la voz de Felisa en la grabación difundida por la policía y en la que supuestamente Felisa simulaba ser Anabel Segura. "Si ésa es ella, su voz no se asemeja a la suya normal", dijo una mujer.
En Torrijos, localidad a la que fue enviado Cándido Ortiz, se concentraron cerca de 500 personas para abuchear al detenido, al que increparon con gritos de "asesino" cuando éste abandonaba las dependencias judiciales custodiado por 15 miembros de la Guardia Civil.
Mientras, Escalona, la localidad toledana donde residía Cándido Ortiz, mantenía ayer la serenidad.
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