El corazón rojo busca el centro
Los socialistas portugueses moderan su discurso político para volver al poder perdido hace 10 años
ENVIADA ESPECIALUn corazón rojo, que se utiliza como letra en los carteles que piden "una nueva mayoría", es el emblema elegido por el Partido Socialista portugués para solicitar el voto en las elecciones legislativas del domingo. Esa moderación que llega hasta el emblema de la campaña pretende captar el voto centrista cansado de una década de cavaquismo. Para llegar al corazón del votante más a la izquierda el PS tiene otro eslogan: "Votar con la cabeza es votar con el corazón", es decir, dividir el voto de la izquierda fortalece a la derecha.
El corazón del PS pretende cumplir un tercer objetivo: vender el argumento de la honradez a comerciantes, amas de casa, taxistas, agricultores, pescadores... Para conectar con esa amplia población que cuando se le pregunta por las elecciones responde invariablemente: "Yo no sé de política, señora", hay que intentarlo todo. En Caxinas, el barrio de pescadores de Vila do Conde -un lugar al norte de Oporto con una playa salpicada de rocas- los socialistas repartieron delantales de plástico con el manido corazón que las mujeres no dudaron en calarse encima del mandil negro o de cuadritos con el que habían salido a aplaudir al líder socialista.
El mensaje al electorado de centro es que el cambio del Partido Socialdemócrata (PSD) por el PS no implicará sobresaltos: la política económica seguirá siendo rigurosa, la integración europea se mantendrá como objetivo a cumplir, no subirán los impuestos, se continuará la política de infraestructuras que ha transformado las parcheadas carreteras portuguesas de hace 10 años en un entramado de autopistas, vías rápidas, carreteras bien asfaltadas y multitud de rotondas de circunvalación. Y después les prometen mejoras. "Los portugueses no somos números, somos personas", dice el eslogan en el que subyace la principal crítica a los Gobiernos de Cavaco.
"El PSD sólo sabe de números" es una afirmación reiterada en los mítines de campaña que se apoya en algunos datos. El más conocido, pero respetado, es que la especialización de Cavaco se concentra en el campo económico, y la de su sucesor aún está por ver. El realmente grave es que la construcción de escuelas, universidades y hospitales de los últimos años ha ido muy por delante de la formación de profesionales con los que llenarlos.
Incluso alguien tan poco sospechoso de izquierdismo como Angelo Ludgero Marques, presidente de la Associacao Industrial Portuense, una influyente mezcla entre cámara de comercio y patronal con buenas relaciones implícitas con el PSD, destaca este problema. "La industria portuguesa está preparada para los desafíos europeos, pero falta un personal preparado que empuje". Para los empresarios, el reto de los próximos años, gobierne quien gobierne, consiste en "aumentar la eficiencia".
El votante tradicionalmente socialista también tiene su corazoncito. Siempre que la ocasión lo permite, Antonio Guterres destaca en. sus mítines "los valores esenciales del socialismo democrático": luchar contra las desigualdades, el desempleo, la falta de oportunidades que obliga a la emigración, la marginación de los barrios de aluvión en las ciudades industriales. Estos dos últimos problemas definen la principal diferencia entre unos portugueses y otros. Más que una derecha y una izquierda desdibujadas hacia el centro con el PSD y el PS, respectivamente, el este y el oeste marcan las distancias de un país que mira al mar.
Los votos del interior
De los 48 de los 230 escaños a elegir el domingo corresponden a las regiones del interior, y eso que el sistema electoral exige más votos para conseguir un escaño en Lisboa u Oporto que, por ejemplo, en Beja o Vila Real. "Yo soy de Miranda de Douro", en la frontera más próxima a Zamora, dice el jefe de política del diario Publico en Oporto. "Antes me llevaba seis horas llegar allí, ahora sólo cuatro".Los socialistas han volcado su campana en el interior con una propuesta de "regionalizar el país" que no pasa de un vago plan de descentralización que intenta poner freno a la emigración hacia la costa. El problema para el PS es que ese interior incluye un norte conservador y un Alentejo que votó comunista en las municipales, pero al Gobierno en las legislativas.
Antonio Guterres ha llenado las plazas de esos pueblos del interior que no decidirán la composición de la próxima Asamblea. Los acordes de la banda sonora de la película 1492 han acompañado la caravana socialista. ¿Por qué 1492? "Porque es bonita y acompaña bien los mítines. Además da la idea de descubrimiento, y el PS ofrece eso, redescubrir Portugal", argumenta Pablo Piscu, asesor en Bruselas del PS para temas europeos y, durante la campaña, amable colaborador de los periodistas. Sólo queda que el PS supere al de una película que también despertó todas las expectativas.
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