Emplazamiento a Pujol

EL PARTIDO Popular (PP) ha ganado por la mano a izquierda Unida en, la iniciativa de solicitar la creación de una comisión de investigación sobre los GAL. El destinatario principal de este mensaje no es en primera instancia el partido socialista, sino Pujol. El PP trata, ante todo, de emplazar a CiU a definirse en términos de oposición neta o apoyo en solitario al Gobierno. Si el objetivo fuera otro, por ejemplo el proclamado de averiguar la verdad del caso GAL y establecer las responsabilidades políticas correspondientes, no habría esperado 12 años, y sobre todo hubiera apoyado la comisión de investigación sobre el cuartel de Intxaurrondo, que es la zona más oscura de todo él expediente de la guerra sucia. Pero hacer esto último hubiera supuesto disgustar a los avalistas del general Galindo, tan influyentes en algunos medios de comunicación.La comisión de investigación hubiera tenido más sentido cuando se produjeron los hechos que ahora que el asunto está ya en manos del Tribunal Supremo. Una investigación sobre los GAL en 1983 o 1984 habría podido enfrentar al Gobierno a sus responsabilidades, por acción u omisión, en una trama que ya entonces resultaba inexplicable sin, como mínimo, la complicidad de sectores del aparato del Estado. Una iniciativa del primer partido de la oposición en ese sentido podría, sobre todo, haber precipitado el final de esa aventura: Pero el partido de Aznar y Fraga decía entonces que la única guerra sucia era la que practicaba ETA, y que contra ella cualquier medida decidida por el Gobierno contaría con el apoyo de los conservadores. ,

Una comisión de investigación paralela a la judicial difícilmente aportaría hoy elementos nuevos a los que la justicia y la sociedad en su conjunto. Por el conoce contrario, podría interferir la indagación y embrollar el delicado mecanismo de garantías que ha conducido el caso a manos del Supremo. ¿Cómo hacer compatible, por ejemplo, el respeto al fuero de los diputados que pudieran ser imputados con su eventual comparecencia, sin las garantías propias del procedimiento judicial, ante esa comisión?

Las enrevesadas explicaciones del portavoz popular Rodrigo Rato para intentar justificar la compatibilidad entre esta iniciativa y el rechazo de la comisión sobre Intxaurrondo demuestran que el objetivo buscado era otro. No la indagación de los aspectos oscuros de la trama, sino poner en dificultades a Pujol el mismo día en que anunciaba el adelanto de las elecciones catalanas. En su intento por subrayar la sinceridad de su ruptura sin por ello renegar de su colaboración pasada, CiU había votado a favor de la comisión sobre Iraxaurrondo a sabiendas de que la oposición conjunta del PSOE y PP, la hacia inviable. Ahora el PP quiere forzarles a elegir entre verse asociados a la oposición cuya irresponsabilidad fustigaron hasta ayer o aparecer como último aliado de lan Gobierno cuyos funerales han decretado. Son maniobras propias de las vísperas, electorales que se viven.