No sólo somos ricos, sino que somos los más ricos
Se me pide una opinión sobre los clubes ricos del continente. Clubes ricos son aquellos que pueden hacer fichajes de decenas de millones de dólares cada año, como por ejemplo, los clubes italianos o ingleses. Sólo hay que ver las cifras de los traspasos producidos entre los clubes esta temporada. En consecuencia, si vemos la tendenciade los clubes es pañoles en relación a los dos países anteriormente mencionados, no podemos considerar a ningún club español verdaderamente rico, en comparación a dichos clubes.Personalmente no he comprendido nunca la expresión rico en relación a un club, de fútbol. Si por rico se entiende tener una masa social fiel y entusiasta, tener, un Consejo Directivo lleno de ideas y empuje, tener miles de peñas extendidas por todo el mundo, y poseer la capacidad, de ilusionar a todo un país, entonces no sólo somos ricos sino que somos los más ricos.El contexto del fútbol español difiere del de países como Italia. Factores como el patrimonio (hay diferentes estadios que son propiedad de los clubes) y balances al margen (el último ejercicio arojó en el caso del Barca un beneficio de 928 millones de pesetas) hay, que tener en cuenta las fórmulas de contratación de los futbolistas. Los fichajes de algunos jugadores por ciertas empresas y su posterior cesión a los clubes y las amortizaciones de esos fichajes, especialmente los extranjeros -a tenor de las informaciones que se han recogido en la propia prensa italiana- confieren al calcio una forma de vida distinta a las demás.Si la palabra riqueza la queremos emplear en términos, económicos, tengo que decir que no lo somos en absoluto: El FC-Barcelona es un club austeramente administrado, como austeros y buenos administradores son los máximos responsables de su dirección. El FC Barcelona está pues supeditado a la propia idiosincrasia de lo que es y a los sentimientos que genera, y ello le obliga a no poder generar las decenas de miles de millones de pesetas que podría generar, por no querer utilizar las mismas estrategias económicas que otros Clubes. Por ejemplo, no vendemos nuestro patrimonio, el cual es muy importante, no podemos (por mor, a estos mismos sentimientos) obtener un rendimiento económico de publicidad en las camisetas. Dado que nuestra afición está compuesta mayoritariamente por familias debemos mesurar prudentemente los costes de carnets de socio y abonos, actualizándolos únicamente por medio del IPC. Por la misma razón no cobramos ninguna cantidad adicional por competición alguna ni por Jornadas económicas excepto, claro está, por las semifinales de competiciones europeas, siendo en este extremo un rara avis en el concierto futbolístico continental.
Supongo que no es necesario añadir aquí la ingente cantidad de recursos económicos y humanos que el club destina, no sólo a la promoción de su cantera, sino también a la consolidación de otros muchos de portes, en los cuales hemos brillado deportivamente, habiendo conseguido títulos continentales en baloncesto, balonmano y hockey patines, siendo también en este apartado el club más polideportivo de España y de Europa.
Hay que reconocer de todas formas que a partir de ahora el fútbol español puede seguir creciendo en otros aspectos y no sólo en los deportivos. Porque todos en España han acepta do por fin que la única so lucióñ para los clubes de fútbol es la comercializa ción (no hace muchos años totalmente denostada por algunos sectores de nuestra sociedad) de todos sus recursos. Esta filosofía es la que ha permitido precisamente que el FC Barcelona se convierta en un ejemplo a seguir por todos los clubes europeos y el único club en el estado es pañol al que no se exige un aval económico a su Consejo Directivo, un logro del que todos, sin excepción, nos hemos de sentir orgullosos, no siendo como no es el más rico económicamente hablando, dado que sus socios son los que me nos pagan del continente.
Hay que reconocer que con 108.000 socios y un millar de peñas, éste es el más rico del mundo.
Antón Parera es gerente del FC Barcelona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.