Denuncias en Chiapas sobre planes para expulsar religiosos
La diócesis de San Cristóbal de las Casas en el Estado mexicano de Chiapas, ha denunciado la intención del Gobierno de expulsar a cinco religiosos extranjeros que trabajan en el territorio, cuna del alzamiento, en enero de 1994, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. En junio, tres sacerdotes de la diócesis, entre ellos el navarro Rodolfo Izal, fueron deportados bajo la acusación de ejercer actividades políticas, incompatibles con la legislación migratoria mexicana.
Según fuentes próximas a la diócesis, los religiosos sobre los que pende la deportación son una española, llamada Begoña, que trabaja como médico en el hospital de Altamirano, los franceses, Michel Chanteau y Hervé Camier y las monjas Penelope Wink (estadounidense) y Migdalia Altagracia Pérez (dominicana).
Con las expulsiones, comentan las fuentes, el Gobierno trataría de desgastar a Samuel Ruiz en su papel mediador en el conflicto guerrillero y de desmantelar al combativo equipo del prelado antes de la próxima llegada del nuevo coadjutor, el obispo Raúl Vera López, designado para el Vaticano para "enderezar" la marcha de la diócesis y suceder a Ruiz tras su retiro, dentro de cuatro años.
Fuentes de Gobernación desmintieron rotundamente estas acusaciones.