El mercado de divisas y de Londres negocia más que nueva York y Tokio unidos
Londres se consolida como el primer mercado de divisas del mundo, superando el volumen de negocio que alcanzan conjuntamente Nueva York y Tokio, las otras dos capitales estrellas en esta actividad. Con una cifra de negocio que en abril pasado alcanzó los 464.000 millones de dólares diarios (58,5 billones de pesetas) -frente a los 244.000 de Nueva York y los 161.000 de Tokio-, el mercado de divisas de la capital británica ha experimentado un crecimiento del 60% desde la fecha del último sondeo de este tipo que realizó el Banco Internacional de Pagos (PIB) en 1992. El volumen en Nueva York ha crecido un 46% y Tokio, un 34%. El BIP no ha podido hacer aún un cálculo del movimiento global de divisas, que en abril de 1992 se situaba en una media diaria de 880.000 millones de dólares.Según un portavoz del Banco de Inglaterra, tal muestra de salud en este tipo de mercado, no está especialmente ligada a un aumento en la actividad especulativa, sino a la mayor demanda de divisa provocada por el incremento de la actividad comercial en una Europa sin fronteras y el mayor flujo de inversiones internacionales.
Es decir, no han sido personajes como el gran especulador monetarIo George Soros los que han contribuido a esta escalada en el volumen de los intercambios de divisas. Soros, que acaba de presentar en la capital británica su autobiografía, tItulada "Soros, según Soros", justificó la especulación en el mercado de divisas como "un mal necesario", en unas breves declaraciones concedidas al diario The Guardian.
En su libro, el hombre que doblegó al Gobierno británico y provocó la salida de la libra del Sistema Monetario Europeo, en septiembre de 1992, confiesa que fue el Bundesbank el que "inspiró a él y a otros especuladores de altura, esa operación de acoso y derribo de la divisa británica.
Soros explica que en aquellos momentos creyó firmemente que el banco central alemán pretendía romper el SME, "para preservar su propio papel como arbitro de la política monetaria de Europa". Según este multimillonarlo especulador que opera a través de una fundación llamada Quantum, la libra podría sufrir nuevos y similares acosos si el Gobierno británico decide no sumarse a la unión monetaria europea.
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