Obispos y USO critican la marginación de las clases de religión

El arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, señaló ayer, en un descanso de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, que las alternativas planteadas a la asignatura de religión en los colegios "son un fraude para los ciudadanos". Y recordó que la educación es un asunto, regulado por los acuerdos entre la Santa Sede y el Gobierno. Los obispos se pronunciarán el jueves sobre este tema con una nota oficial. El sindicato USO denunció ayer que el ministerio trata a los profesores de religión como personal de segunda categoría.

"¿Es que no se hacen caso o es que no hay voluntad de arreglar la situación? Es un tema del derecho de los españoles a exigir un tipo de educación para sus hijos. No digo que sean papel mojado esos acuerdos, pero sí que tienen muy poca incidencia", se interrogaba ayer, ante los periodistas, el arzobispo de Sevilla. Amigo recordó que "en algunos niveles puede llegar hasta el noventa y tantos por ciento el porcentaje de familias que solicitan para sus hijos una educación religiosa". Y terminó: "La última coartada ha sido la de equiparar la asignatura de religión con unos espacios de entretenimiento":Entre las 34 alternativas propuestas por Educación a las clases de religión para los alumnos de primaria, primer ciclo de secundaria y segundo de bachillerato, que no quieran asistir a las clases de religión, se alude al parchís como un juego de mesa que puede servir para entretenimiento de los más pequeños en la técnica, de la numeración.

La Unión Sindical Obrera (USO) denunció ayer que Educación "trata a los profesores de religión como personal de segunda categoría al que ni siquiera concede la Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos". "Sus derechos y garantías laborales son mínimos: sin contrato, ni vacaciones, ni seguridad social, ni retribuciones dignas, ni nada", añade.