Los partidos contrarios a la UE triunfan en los comicios europeos de Suecia

Un triunfo espectacular de los Verdes y el Partido de Izquierda (ex Partido Comunista) al mismo tiempo que una caída estrepitosa de la socialdemocracia junto con la más baja participación ciudadana en la historia de las elecciones suecas, son los datos más relevantes de los comicios para el Parlamento Europeo celebrados ayer en Suecia.Con el 100% de los votos escrutados, los Verdes obtuvieron el 17,2% (cuatro diputados) y los comunistas el 12,9% (tres escaños). Por contra, los socialdemócratas bajaron del 45,3% que lograron en las elecciones legislativas del año pasado al 28,1 % conseguido ayer, con lo que pierden cuatro de los 11 diputados con que contaban. Los conservadores alcanzaron el 23,1% de los votos y mantienen sus cinco escaños. La participación fue de tan sólo el 41,3%.

Estos resultados coinciden con las previsiones de los sondeos durante la campaña electoral y suponen un serio revés para la posición de Suecia en el seno de la Unión Europea (UE): Los dos partidos que más crecieron en esta elección son decididamente contrarios al ingreso en la Unión Europea y realizaron una ardiente campaña cuando se celebró el referéndum sobre el ingreso de Suecia en la UE.

Los Verdes, que viven la misma euforia que cuando en 1988 ingresaron por primera vez en el Parlamento sueco, insistieron durante la campana en la convocatoria de un nuevo referéndum sobre el ingreso de Suecia.

En el descenso de la socialdemocracia han jugado un importante papel factores de política interna y especialmente los programas de ajuste económico que han afectado a vastos sectores de la población en materia de salud,seguro de paro y educación pública, lo cual ha sido vinculado por los electores, al ingreso de Suecia en la Unión Europea.

Esta era la tercera vez en menos de un año que los suecos concurrían a las urnas para elegir a los 22 diputados que los representarán durante los próximos cinco años en el Parlamento Europeo. Anteriormente, lo hicieron en septiembre de 1994, en las elecciones generales de Parlamento y comunas y posteriormente, en noviembre, en el referéndum sobre el Tratado de Maastricht.

Desencanto

La aprobación por un margen no muy amplio de dicha adhesión determinó. que Suecia designara por a cuerdo entre los partidos representados en el Parlamento los diputados al Parlamento Europeo en forma provisional, hasta el momento de una convocatoria formal para su elección por el voto popular. De acuerdo a esa distribución, proporcional a los votos obtenidos en las elecciones generales de septiembre, correspondieron a la socialdemocracia 11 escaños; cinco al partido conservador; dos al del centro y uno a liberales, demócratacristianos, Verdes y comunistas.Los motivos del vuelco experimentado en la opinión de los ciudadanos, tienen diverso origen. Quizás, los partidarios del sí a Maastricht pintaron una realidad que los hechos no convalidaron. Ni el paro disminuyó, ni el precio de los alimentos descendió ni tampoco los intereses del capital, como se había prometido, y pese a que el tiempo transcurrido es demasiado corto para esperar resultados espectaculares, ello determinó una clara sensación de desencanto.