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Arzalluz alerta a los militantes del PNV contra la "derecha agresiva que viene a por nosotros"

Xabier Arzalluz, presidente del PNV, advirtió ayer a los militantes de su partido que la derecha que llegará al poder en España es una "derecha agresiva y triunfante que viene a por nosotros" con la vieja receta de "el fuerte pisando al débil". Ante decenas de miles de nacionalistas que acudieron a Vitoria, Arzalluz tuvo duras palabras contra los dirigentes de KAS, a los que acusó de "infanticidas" por lanzar a la calle a jóvenes con cócteles molotov "para que lo destruyan todo", y defendió al consejero de Interior, Juan María Atutxa, y a la Ertzaintza frente a los que les acusan de "debilidad" ante los violentos.

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Salburua fue ayer una fiesta. Hasta la lluvia tuvo cierta consideración con los cerca de 100.000 nacionalistas -según la organización- que acudieron a las campas vitorianas para celebrar el Alderdi Eguna (Día del partido) en el año del centenario de la formación fundada por Sabino Arana. La izada de la ikurriña por dos nacionalistas llegados desde la diáspora vasca asentada en Argentina y Venezuela y el canto del Gora ta gora, himno del PNV y de la comunidad autónoma, abrieron el acto político. Previamente se había guardado un minuto de silencio en solidaridad con el empresario José María Aldaya, secuestrado por ETA el 8 de mayo.Arzalluz intervino el último con un discurso salpicado de referencias históricas, críticas a derecha e izquierda y con un tono entre paternalista y autocrítico: pidió más democracia en el partido y más crítica interna. Y situó a sus correligionarios ante el camino correcto -pero sobre todo nacionalista- a seguir en el siglo XXI. Les leyó los nueve puntos del juramento a la causa del pueblo vasco que realizaron los dirigentes del PNV el 31 de julio pasado.

La foto fija que trasladó del momento político fue desalentadora. Una izquierda "frustrada" que ha perdido toda razón de ser pese a que Julio Anguita, líder de Izquierda Unida, se empeñe, dijo, en "resucitar el leninismo".

"No nos dejaremos pisar"

Luego alzó la mirada para hablar de la derecha y advertir en un tono casi apocalíptico de lo que les viene encima a los vascos con la previsible llegada a La Moncloa de José María Aznar, presidente del PP. "Nos viene, una derecha agresiva, triunfante, que cree que ha llegado otra vez su hora, que cree también que trae la solución de las cosas: el neoliberalismo, la libertad, la competitividad, una economía pujante; y, en realidad, traen otra vez lo de siempre: el fuerte pisando al débil. Ésta es la derecha que viene y esto también nos afecta. No os asustéis de que nos encontremos otra vez con una derecha agresiva que viene a por nosotros. No nos dejaremos pisar por nadie".Hoy por la tarde llega a Ajuria Enea (sede de la presidencia del Gobierno vasco) el ministro para las Administraciones Públicas, Joan Lerma, para entrevistarse con el lehendakari, José Antonio Ardanza. Las 45 materias pendientes de ser traspasadas por la Administración central estarán encima de la mesa. Pero el PNV ya no se fía de los socialistas. Y Arzalluz, visiblemente enojado por el parón autonómico, puso ayer punto final a ese trueque que ha sido desde hace años el tema autonómico. Acusó al PSOE de irse de La Moncloa sin cumplir su programa autonómico, sin completar el Estatuto de Gernika y sin "devolvernos lo que el Estado nos robó".

"Los socialistas", añadió, "se van a ir sin devolvernos lo nuestro. No lo olvidaremos. Doce años habéis tenido; se acabó vuestro tiempo. Es inútil que luego vengan Jáuregui y los demás, no os creeremos ni una palabra de todo lo que digáis del tema autonómico", adelantó.

Una de las constantes de Arzalluz en sus intervenciones públicas son las reservas del PNV a la Constitución, bien en el tema de la autodeterminación, el papel del Ejército o en el desarrollo del Estatuto, una "ley orgánica", como siempre se encargan de recordar los nacionalistas, "incumplida" por el Estado. Ayer en Salburua, el dirigente peneuvista retomó este discurso para amenazar de nuevo con no cumplir la Carta Magna si el Estado persiste en su actitud. "Si se niegan a llenar el Estatuto, nos vamos a plantear qué punto, cuándo y qué de la Constitución no estamos dispuestos a cumplir. Será nuestro derecho", dijo.

El lehendakari intervino con anterioridad. Reiteró que el grado de autogobierno conseguido "no es todavía suficiente" y advirtió que se "están rearmando, desde su propio nacionalismo de Estado, para pararnos los pies".

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