La cumbre de Pekín equipara los derechos de la mujer con los derechos humanos
"Los derechos de la mujer son derechos humanos", afirma el documento final de la IV Conferencia Mundial de la Mujer, que concluyó ayer en Pekín. Sus 149 páginas son una plataforma de acción para los próximos cinco años, un plan a favor de la igualdad de los sexos que marca un rumbo a seguir, pero que prácticamente no obliga a los 189 países firmantes a adoptar medidas concretas. "Es una plataforma buena, sólida y fuerte. No es un documento radical", dijo ayer Patricia Licanan, presidenta del comité principal. El Vaticano, junto con 38 países católicos e islámicos, aguaron el consenso al poner reservas a puntos sobre salud sexual, aborto y herencia.
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