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Dirceu se mata en un accidente de coche

Un accidente de coche en Río de Janeiro acabó en la madrugada del jueves al viernes con la vida de José Guimaraes Dirceu, de 43 años, ex jugador, entre otros, del Atlético de Madrid, y uno de los pocos futbolistas que podía presumir de haber disputado tres Mundiales (Alemania 74, Argentina 78 y España 82). Dirceu murió en el acto al chocar frontalmente el automóvil en el que viajaba, y que conducía el empresario italiano Luigi Pasqualle, también muerto, contra otro vehículo. Tan sólo unos meses después de dejar el fútbol profesional -logró prolongar su carrera hasta los 42 años-, Dirceu, uno de los mejores zurdos brasileños de la historia, perdió la vida.Dirceu dejó una frase para la posteridad: "Yo les entregaba balones y ellos me devolvían sandías". El futbolista se refería a sus compañeros del América de México, uno de los múltiples equipos en los que militó -conoció la Liga brasileña, la mexicana, la española y la italiana-, aunque más de un crítico despistado situó el comentario en su etapa en el Atlético.

Llegó a España en noviembre de 1979, tras un comienzo de Liga horroroso del Atlético que concluyó con el despido de un mítico de la casa, Ratón Ayala. Pese a que se estrenó con derrota (4-1, en Vallecas), el brasileño, dotado de una técnica exquisita, no tardó en ganarse a la hinchada rojiblanca. Al domingo siguiente, en un Atlético-Barcelona (2-1), debutó en el Calderón. Dirceu firmó media docena de acciones excelentes y descubrió ya uno de sus gestos más característicos: al jugar, siempre sacaba la lengua, la torcía hacia la izquierda y la mordía.

"Un zurda que canta", tituló entonces la revista del club para recibir a su nuevo centrocampista y éste correspondió con el tiempo al cumplido: su pierna izquierda pobló el Manzanares de goles, regates, golpes francos y pases larguísimos, todos trazados con una precisión asombrosa. Así, durante tres temporadas (1979-80, 80-81 y 81-82). Es decir, un año con Vicente Calderón en la presidencia y los otros dos con Alfonso Cabeza. Cuando decidió abandonar el Atlético para probar fortuna en Italia, su plaza de extranjero fue cubierta por el alemán Votava.

En Italia, una de las cuatro Ligas en las que participó (brasileña, mexicana, española e italiana), Dirceu jugó en el Verona, el Nápoles (del que se tuvo que ir cuando llegó Maradona), el Áscoli, el Como y el Avellino. En 1987 regresó a su país para jugar en el Vasco de Gama. Su último equipo fue el América de México. Ahí dejó el fútbol. Tenía 42 años. Tan sólo uno después, un accidente de coche ha acabado con su vida.

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