José Miguel Caso, ex rector y experto jovellanista

El profesor José Miguel Caso González, uno de los impulsores de los estudios sobre la literatura del siglo XVIII en la Universidad española y considerado como la máxima autoridad en la obra y la vida del ilustrado asturiano Gaspar Melchor de Jovellanos, falleció el domingo en Oviedo a los 67 años de edad. Ayer fueron incinerados sus restos mortales y, por expreso deseo de su familia, trasladados posteriormente a Corao, en su municipio natal.Caso González, ex rector de la Universidad de Oviedo, catedrático de Literatura Española en esta misma institución académica y fundador en 1972 del Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII, fue galardonado el pasado día 4 por la Consejería de Cultura del Principado con el Premio Asturias "por su insigne aportación a la cultura" regional, a propuesta de la Universidad ovetense y del Real Instituto de Estudios Asturianos (Ridea).

Nacido en Soto de Cangas, Onís (Asturias), en febrero de 1928, estudió en la Universidad de Oviedo y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, donde se doctoró. Lector de Español en la Universidad de Lyón entre 1961 y 1966, el profesor Caso, padre de la periodista y escritora Ángeles Caso, fue discípulo de Ramón Menéndez Pidal, con quien trabajó durante tres años, entre 1954 y 1957, en el Seminario de Estudios Medievales. En 1967 obtuvo la cátedra de Literatura Española en la Universidad de La Laguna y, al año siguiente, en la de Oviedo.

Aunque su obra abarca aspectos muy diversos de la literatura española, son especialmente notables sus estudios sobre la Ilustración y especialmente sobre Jovellanos, en cuya edición de las obras completas trabajaba desde hace 11 años, y de las que ya se han editado seis volúmenes. Entre las publicaciones de José Miguel Caso se encuentran: Jovellanos, poesías (1961); Jovellanos, discursos sobre el estudio de las ciencias y la literatura (196 l); edición crítica de La vida de Lazarillo de Tormes (1967); La época de Fernando VI (1981); Ilustración y neoclasicismo (1983); De Ilustración y de ilustrados (1988).

Caso, un clásico de las tertulias ovetenses, en las que sobresalía por su erudición, supo mantener la dignidad de la institución que regía en los años más conflictivos de la Universidad ovetense, superando los avatares políticos de los años setenta, y nunca permitió la entrada de la policía franquista en el recinto. Tolerante y equilibrado, un alumno suyo en los tiempos en que era profesor del Instituto Jovellanos, en Gijón, finalizaba un artículo titulado La clase que nadie piraba con un recuerdo de su última clase antes de acceder a la catedra universitaria: "Me acuerdo de que aquellos sesenta cafres [los estudiantes], cuando se marchaba, le dedicamos un aplauso larguísimo, el primero seguramente que nos salía del corazón. Teníamos 16 años y estábamos en sexto de bachillerato".

En 1992, especialistas internacionales organizaron en Oviedo unas jornadas para conmemorar el vigésimo aniversario del Instituto Feijoo y las bodas de plata de Caso como catedrático, en las que se destacó al homenajeado como primer experto mundial en el estudio de Jovellanos.-