Un niño, herido al derrumbarse la torre de una iglesia en Vallecas

La torre de la iglesia del Santo Ángel, en la vallecana calle de Alcubierre, irrumpió a las diez de la mañana de ayer en la habitación de J., de siete años. Y lo hizo por la ventana. La torre, presumiblemente por el peso de los escombros de demolición, se había desmoronado y, ante la falta de vallado, los cascotes, como una avalancha, se desparramaron por las viviendas colindantes, entre ellas la del niño, que resultó herido leve. Además, sufrieron daños tres inmuebles -correspondientes a los números 11, 13 y 15 de la calle de Gregorio Sanz-, así como nueve coches.

La iglesia del Santo Ángel iba a ser sacrificada a la piqueta. De hecho, desde hacía dos meses no se oficiaba misa debido a su pésimo estado de conservación. La demolición, iniciada ayer, fue encargada a la firma ANKA. Esta empresa posee licencia de obras. La causa del desmoronamiento era ayer objeto de investigación. Los bomberos sospechaban que pudo deberse a la acumulación de escombros. Al lugar del accidente se desplazaron técnicos de la Junta Municipal de Puente-Vallecas, así como la concejal de distrito Eva Durán Rampos, quien anunció la apertura de un expediente y señaló que la empresa había incurrido en falta de seguridad, por la falta de vallado, y en negligencia, por haberse iniciado la demolición sin dirección facultativa -este periódico trató, sin éxito, de recabar la versión de ANKA-. La ausencia de vallas motivó que los cascotes, tras el derrumbamiento, se desparramasen por los aledaños del templo. La primera inspección indica que los edificios colindantes a la iglesia desmochada no han sufrido daños estructurales. Ningún vecino ha requerido realojo.Al desplomarse la torre, el niño herido dormía. Los escombros inundaron su habitación y su cama. Además de alguna magulladura, sufrió una irritación ocular por el polvo levantado.