Moto vaticina un golpe familiar contra Obiang
Severo Moto, principal líder de la oposición en Guinea Ecuatorial y presidente del Partido del Progreso, regresará el próximo domingo a su país, tras dos semanas en Madrid, con la esperanza de que el proceso democrático que se inicia con las municipales del Próximo 17 de septiembre acabe consolidándose y ponga fin a los largos años de dictadura que sufren los guineanos. Moto confiesa que regresará con temor, porque nadie sabe, excepto el dictador Teodoro Obiang, lo que le va a ocurrir por desobedecer sus consejos, y advierte que si el proceso hacia la democracia fracasa puede haber un golpe contra Obiang desde su propio entorno familiar, como ocurrió con el dictador Francisco Macias en 1979, derrocado por su sobrino.
La semana que lleva en Madrid, Moto la ha empleado intensamente en poner en orden su mente y su espíritu, y también para recuperar fuerzas y disfrutar de su familia, a la que no veía desde diciembre de 1994. "Hubiese soportado sin verla todo ese tiempo si la razón hubiera sido mi dedicación a la política, pero no por estar en la cárcel y con la incertidumbre sobre mi futuro". No se ha sometido a ningún examen psicológico, porque dice que no lo ha necesitado, pero sí se ha hecho un amplio chequeo médico, cuyos resultados recibirá esta misma semana, y espera que no haya secuelas de sus 188 días en la infame prisión de Black Beach, en la bahía de Malabo. Moto fue condenado a un total de 30 años y medio de cárcel acusado de intento de golpe de Estado, corrupción e injurias contra el presidente Obiang. El pasado día 3 fue indultado después de una fuerte presión por parte de España a favor de su liberación.Moto trata de mostrar fortaleza, aunque la perspectiva de regresar a Guinea le aterroriza. "Vuelvo a mi país no para enfrentarme a Obiang ni al Gobierno, sino para ayudar a los guineanos a recuperar la fe en sí mismos y que puedan alcanzar cotas de libertad. Ellos me están haciendo ver que sería traicionarles abandonar porque está Obiang. Yo he estado en la cárcel con el pueblo y, por tanto, tengo una experiencia que me permite comprenderle y amarle mejor. Quien no haya estado en Black Beach es muy difícil que ame al pueblo guineano. Y este mensaje, de largo alcance, que vaya a quien corresponda".
Un hermano preocupado
El difícil proceso democrático en Guinea puede fracasar, y ante esa posibilidad se abriría una peligrosa situación. A la pregunta de si Obiang, en ese caso, puede ser víctima de un golpe como el que él dio contra su tío Macías, Moto se muestra cauto y a mismo tiempo clarificador. "Esa es la solución que el régimen nos plantea a los partidos democráticos, como si retase a la oposición y al pueblo a que haga lo mismo que él hizo con su tío. Pero en este caso, lo más fácil es esperar a que se repita lo que él hizo. Es decir, que aparezca un hermano, un tío, un primo, un sobrino o incluso un hijo que le derroque. Nadie sabe. Un golpe contra Obiang es más normal que se produzca desde dentro del régimen que desde fuera, y ello por una razón muy sencilla: la oposición está articulada básicamente fuera del entorno del régimen. Sólo desde dentro es posible revertir el orden de cosas. Nos podemos encontrar con que sea el propio hermano de Obiang [Armengol Ondó Nguema, director general de la Seguridad del Estado] quien, cansado con tanta situación difícil, decida ensayar una nueva fórmula" El círculo familiar de Obiang es amplio y todopoderoso. Una figura también influyente es su tío Manuel Nguema Nbá, secretario de Estado para la Seguridad, un personaje temible "que sólo me transmitía terror", dice Severo Moto. Nguema Nbá decide sobre la vida y la muerte, aunque sea de forma vicaria en representación del presidente. "El me perseguía, me detenía, me interrogaba, me encerraba, me soltaba y me volvía a detener. Siempre detrás. Me admiro de cómo he podido aguantar esta psicosis, esta presión tan fuerte, hasta el punto de que cuando me encerraron en Black Beach sentí un gran alivio porque pensé que le perdería de vista, aunque cuando me anunciaron sus visitas me sentí morir".
El caso Moto ha sido un asunto familiar del clan de Mongomo desde el principio, y esto queda claro tan sólo con citar algunos de los integrantes del consejo de guerra sumarísimo que el pasado abril le condenó a 28 años de cárcel: vicepresidente, teniente coronel Inocencio Ngomo, jefe del Estado Mayor, sobrino de Obiang; fiscal, comandante Eustaquio Nseng, sobrino; miembro del consejo, capitán de corbeta Roberto Mbandongo, primo, y ayudante de campo. Presidente y demás vocales: otros parientes, amigos y colaboradores.
Consejos incumplidos
Cuando el presidente Obiang indultó a Severo Moto y le liberó el pasado día 3, no le impuso condiciones, pero le hizo llegar por mensajero una serie de consejos. "Había tres o cuatro temas que parecían ser la causa de mis problemas: mi amistad con España, mi conexión internacional y la fe en mí del pueblo guineano. Luego estaba mi supuesta falta de respeto hacia las autoridades guineanas. Debía apartarme de lo primero, y ser sumiso en lo segundo". Moto asegura que "la verdadera intención es apartarme del proceso democrático". Admite que ha violado los consejos de Obiang, y augura lo que será su vuelta a Guinea: "Querrán matarme políticamente".El líder opositor guineano añade: "Pueden decirme que he incurrido en los mismos pecados por los que me metieron en la cárcel de Black Beach, retirarme mis derechos políticos y encerrarme de nuevo, quizás con peor suerte para mí en esta ocasión".
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