La avalancha de visitantes colapsa el Parque de Ordesa

Tras el cierre cotidiano del acceso al Parque Nacional de Ordesa a través de Torla, una vez que se llena de visitantes el aparcamiento situado en el acceso principal, las autoridades estudian ahora prohibir la circulación por la carretera que se interna en el cañón del Añisclo, otra de las rutas más visitadas este verano. Los continuos atascos que se producen a lo largo de la decena larga de angostos kilómetros están alterando gravemente el ecosistema y los responsables del ICONA barajan ya medidas drásticas.Para las diez de la mañana el acceso a Ordesa queda cerrado casi a diario durante el mes de agosto. Para esa hora se satura ya de visitantes el principal acceso del Parque, convertida en una calle urbana en hora punta, mientras que otras zonas apenas registran el paso de montañeros ya más avezados.

Los datos medidos a lo largo del verano se sitúan en la media del año pasado. Por Ordesa se contabilizan algo más de 3.000 personas al día (con 600 vehículos se cierra ya el acceso rodado), mientras que el resto de las "puertas" contabilizarían casi otros tantos turistas. Son cifras que superan lo previsto.

Desigual suerte corre el parque de Doñana, que en los últimos cinco años recibe una media de 50.000 visitas menos que en 1989 -ha pasado de 250.000 a 200.000 visitantes anuales-.