El Tribunal Supremo se queda con el 'caso GAL'

El futuro del caso GAL está ya en manos del Tribunal Supremo. La Sala Segunda del alto tribunal notificará hoy una resolución en la que acuerda declararse competente para entender del sumario. Antes de pronunciarse, pedirá al ministerio fiscal un informe sobre si se debe investigar la supuesta relación con los GAL del presidente del Gobierno, Felipe González, de los ex ministros Narcís Serra y José Barrionuevo -que ocuparon las carteras de Defensa e Interior, respectivamente-, y del diputado socialista José María Benegas. Fuentes del Supremo explicaron que la asunción de la competencia implica que el tribunal deberá reclamar la causa al juez Garzón y podría requerir a las partes para que informen si los aforados deben ser considerados como imputados.

La sala de admisión no designó ayer instructor para hacerse cargo de las actuaciones. La asunción de la competencia por parte de la Sala Segunda implica que el Supremo decidirá sobre el caso.El presidente de la sala, Fernando Cotta, explicó que la resolución que será notificada a las 11 de esta mañana no se pronuncia sobre la existencia de indicios de delito en la conducta de los aforados. Según otras fuentes del Supremo, la decisión presupone que el alto tribunal deberá reclamar el sumario del GAL al juez Garzón y emplazar a las partes -acusaciones y defensas-, para que digan si creen que debe dirigirse el procedimiento contra todos o algunos de los cuatro aforados. El plazo para que las partes se pronuncien puede ser de unos 15 días.

Si la decisión del Supremo emplaza a las partes para ue se pronuncien sobre los aforados, previamente deberá entregárseles los 40 folios de la exposición motivada en la que el juez Garzón atribuye a González, Serra, Barrionuevo y Benegas un supuesto delito de promoción de banda armada. Posteriormente, el Supremo recabará del fiscal que, a la vista de los probables informes de las partes, emita su pronunciamiento sobre si procede investigar a los aforados por el contrario, considera que el asunto debe archivarse.

El fiscal general del Estado, Carlos Granados, convocará a la Junta de Fiscales de Sala para debatir el pronunciamiento de la fiscalía, aunque se estima que esta convocatoria no tendrá lugar hasta la vuelta de las vacaciones.

Nombramiento de instructor

A la espera del informe del fiscal sobré la imputabilidad de los aforados, los tres magistrados de la sala de admisión podrán disponer de cierto margen de tiempo para nombrar al magistrado instructor. Este asunto podía haber quedado resuelto ayer pero que ha sido diferido, previsiblemente para poder contar con el criterio de los 13 magistrados de la Sala Segunda.

A este respecto, fuentes del Supremo indicaron que en septiembre se debatirá el sistema de turnos en el que entrarían como instructores los magistrados más modernos, aunque tampoco se descarta que, si no hay acuerdo, se opte por designar al "instructor mediante el sistema de insaculación, extrayendo una tarjeta de una bolsa en la que se introducen los nombres de todos los posibles instructores. Este método fue el utilizado para la designación del instructor del caso Filesal cuando el resultado del sorteo favoreció al magistado Marino Barbero. Las mismas fuentes precisaron que Barbero no entrará a formar parte del turno de instrucción porque hasta que no se acepte formalmente su renuncia mantiene asignada la instrucción del caso Filesa.

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Pascual Sala, pidió ayer que se deje trabajar a los jueces con calma y afirmó, en declaraciones a la Cadena SER, que los magistrados de la Sala Segunda tienen sobrada experiencia y no van a dejarse influir por presiones en tomo al caso GAL.

"Todo lo que sea trazar calendarios posibles, presuntos, tomándo como base elucubraciones sobre el actuar de un tribunal como es en este caso la Sala Segunda del Tribunal Supremo, compuesta por magistrados excelentes y muy experimentados, es un ejercicio adivinatorio que además no es bueno", añadió Sala.

Los tres magistrados de la sala de admisión del caso GAL, a Fernando Cotta, como presidente, José Augusto de Vega y Francisco Soto Nieto. se reunieron a mediodía de ayer durante dos horas para, estudiar la exposición motivada del juez Garzón y decidir sobre su, propia competencia.

Cómo si hubieran. tenido en cuenta las recomendaciones del presidente, del Tribunal Supremo, los magistrados de la sala de admisión del Tribunal Supremo mantuvieron ayer un férreo mutismo en tomo a sus deliberaciones.

Al término de la reunión, el presidente de la Sala Segunda, Fernando Cotta, señaló que la documentación de que dispone la Sala es "suficiente" para que el tribunal se pronuncie, aunque no descartó la posibilidad, si fuese necesario, de solicitar de la Audiencia Nacional la remisión de otras partes del sumario.

Coita, al igual que los otros dos magistrados, se mostró muy reacio a hablar de sus deliberaciones y anunció que hoy hará pública su decisión en una rueda de prensa, tanto en lo referente a la competencia como "sobre varias cosas más que no quiso revelar".

El magistrado Francisco Soto Nieto apuntó que esas otras cosas" son "matizaciones ligadas a la competencia de la Sala Segunda para conocer la causa". A su vez, el magistrado José Augusto de Vega dijo que cualquier resolución que se adopte debe ser después de que la Sala se declare competente.

Los tres magistrados fueron sometidos al acoso de más de medio centenar de informadores, fotógrafos y cámaras de televisión, por lo que tuvieron que dirigirse a los medios informativos desde los estrados de una sala de audiencias.

Los integrantes de la sala de admisión del caso GAL acordaron seguir sus deliberaciones a partir de las cinco de la tarde "en un lugar desconocido" que no quisieron desvelar para evitar a la prensa. Aparentemente, la sede de la reunión se trasladó a casa de alguno de los magistrados.