La tercera avería en lo que va de año deja al yate real 'Fortuna' en dique seco

El yate real Fortuna se ha averiado de nuevo. Por tercera vez en este año, la embarcación que usa en verano la familia real en aguas de Baleares ha quedado momentáneamente fuera de servicio. La turbina propulsora, una Lycoming de 4.600 caballos de potencia, se estropeó en la tarde del pasado martes mientras el barco navegaba entre las islas de Cabrera y Mallorca.El Fortuna, que está en uso desde hace 16 años, tuvo que llegar al puerto de Palma a medio gas, con la ayuda de los motores auxiliares. A bordo iban el príncipe Felipe, la infanta Cristina y sus primos, los hijos de Constantino de Grecia. El Rey se encontraba navegando también, pero en la lancha rápida Llamp, de menor eslora pero más moderna.

En ningún momento, según fuentes de la Casa del Rey, el accidente mecánico provocó una situación complicada ni afectó a la seguridad de los tripulantes y pasajeros. "Es una avería mayor, un poco seria, puede que importante" comentó un portavoz. Una vez extraída la turbina deberá ser reparada en Estados Unidos, país en el que se construyó el barco.

El primer jueves de agosto, durante las regatas de vela de la Copa del Rey, el Fortuna sufrió otro incidente mecánico, con una pequeña explosión y humareda en su sistema impulsor. El Rey no estaba a bordo. En la pasada Semana Santa el yate tuvo que ser remolcado desde alta mar.

Igual ocurrió hace casi una década, cuando los Reyes navegaban con sus invitados Carlos y Diana de Inglaterra. Entonces entró auxiliado por un pesquero en el puerto de Sóller.