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Blindaje acuífero

Asegurado el consumo de agua en la región, a pesar del incremento del uso en los pueblos de la sierra

Antonio Jiménez Barca

ANTONIO JIMÉNEZ La sequía que azota el país desde hace cinco años se nota menos en la Comunidad de Madrid. El blindaje acuífero del Canal de Isabel II, que abastece a la capital y a la práctica totalidad de los pueblos de la región, garantiza el consumo, "incluso en las peores circunstancias", hasta dentro de 20 meses. Con todo, los responsables del Canal, y en concreto su presidente, el también consejero de Hacienda de la Comunidad, Antonio Beteta, no creen que se tenga que llegar a tanto. Confían, como cualquiera, en que llueva en otoño.

La por ahora relativamente desahogada situación no ha impedido, sin embargo, que tanto el Canal como los al caldes de los -pueblos recuerden a los ciudadanos la necesidad de ahorrar. Hay puntos negros. Por ejemplo, la zona del sureste, abastecida por el Tajo y que, según los alcaldes de los pueblos de la comarca, "está al límite".En la zona de la sierra, debido al aluvión de residente estivales, el gasto de agua se ha disparado. No hay hasta la fecha ningún pueblo de esta zona con restricciones de agua, pero en localidades como El Escorial (10.276 habitantes) o Cercedilla (4.572) se consume estos días "hasta un 20% más qué el año pasado", según cálculos del Canal de Isabel II. Un dato: en Navacerrada, las 1.800 personas que viven en invierno pasan a 15.000 en los meses estivales. En esta localidad -como en otras muchas de la sierra-, los alcaldes han firmado bandos en los que se recomienda no regar los jardines o no llenar las piscinas.

De la tormenta que azotó la región el pasado jueves se ha podido aprovechar muy poca agua: la mayoría viaja ahora mismo en dirección al océano Atlántico a bordo del río Tajo. "El agua caída en las tormentas no es muy aprovechable porque cae en sitios muy dispersos. Algo se ha almacenado, porque ha ido a parar a algún estanque de la región, pero es sólo un pelín", explicaba el jueves un protavoz del Canal de Isabel II.

Sin duda, quien más acusa los efectos de la ausencia de agua es el conjunto de localidades del sureste de la región, abastecida por el Tajo y el Tajufia. El Canal de Isabel II todavía no se ocupa de estos pueblos, que, según los planes previstos, se conectarán a la red del Canal en 1997.

La espectacular crecida del río Tajo como consecuencia de tormenta del pasado jueves o ha traído más que consecuencias negativas. Hubo inundaciones, roturas y pequeñas catástrofes, pero muy pocaantidad del agua caída es provechable.

En la actualidad, sólo un pueblo de esta zona padece restricciones de agua, Orusco del Tajuña (612 habitantes). Pero la gente de toda esta comarca, al abastecerse directa o indirectamente del Tajo, ve con miedo las previsibles consecuencias del trasvase de agua ordenado por el Consejo de Ministros de este río al Segura. Los alcaldes aseguran que, aun antes de iniciarse el trasvase de agua, el caudal del río Tajo era menor ue otros años. Sólo en Orusco hay cortes de agua, pero esto no quiere decir que mas pueblos no necesiten echar mano del ahorro en un futuro muy próximo.

El temor concreto de los alcaldes reside en que como consecuencia del trasvase baje el nivel y las bombas que extraen el agua se queden en el aire. "No sabemos cómo nos va a afectar lo del trasvase, nadie nos ha dicho nada", apunta Jaime González, alcalde de Estremera (1.102 habitantes), del PP. "Nos gustaría que nos informasen sobre las consecuencias, por lo menos", añade González.

En este pueblo, todos los martes y viernes acuden camiones cisterna del Canal de Isabel II para suministrar agua. "Pero no porque, no tengamos, mio porque la del Tajo, a esta altura, sabe mal, es muy caliza", explica el alcalde de Estremera.

Una de las localidades de esta zona más golpeadas por la falta de agua es Valdilecha (1.792 habitantes). Su alcalde, Manuel Benito, del PP, cuando se le pregunta sobre la situación responde sin dudar que es "catastrófica". Sus habitantes juegan continuamente al gato y al ratón con el agua. Ésta desaparece y aquéllos construyen nuevos pozos en un interminable toma y daca con el líquido elemento. Lo explica el alcalde: "Hasta el domingo pasado cortábamos el agua. Ahora hemos abierto más pozos y disponemos de más cantidad de agua", añade el regidor.

Peto si la población dispone de agua, no así los cultivos. Según Benito, "toda la vega de Valdilecha está perdida". "El olivo, en cuanto no tiene agua, suelta las aceitunas. Y ha soltado ya las pocas que le quedaban. El cereal se ha secado. Muchos de los agricultores han decidido plantar girasoles, y otros, no plantar nada, porque ya sabían lo que iba a pasar. Hay que venir aquí y ver los cardos que rodean todo esto para darse cuenta de la situación", relata el alcalde. No es la única localidad en la que la persistente sequía ha obligado a modificar el paisaje y cambiar los cultivos: en el término municipal de Tielmes (2.008 habitantes), los agricultores también han optado por el girasol.

Otro sector vapuleado por la sequía es la ganadería: en Colmenar Viejo (27.172 habitantes) se han sacrificado en lo que va de verano más de 100 reses por la falta de agua. "Esto es ya normal en los últimos años", comenta un habitante de esta localidad.

"Los ganaderos tienen que llevar el agua al ganado en bidones, en cubos y, en bañeras", explica el responsable de ganadería de Colmenar, Fernando Colmenarejo, que ayer mantuvo una reunión con los ganaderos de la zona.

A este respecto, el Ayuntamiento de Colmenar ha solicitado a la Comunidad dinero para la instalación de abrevaderos y la compra de un camión cisterna para garantizar el agua de las reses.

Otra de las soluciones de este Ayuntamiento para evitar la ruina de los ganaderos es la de permitir que las reses abreven en los arroyos que normalmente están cerrados al ganado.

La condición impuesta es simple: si llueve, el Ayuntamiento volverá a cerrar el paso a las reses.

Ahorro Verde

La Asociación Ecologista de la Defensa de la Naturaleza (Aedenat) ha propuesto a la Comunidad de Madrid una serie de medidas que pueden ayudar a ahorrar agua, según informa Servimedia. En primer lugar, la asociación, ecologista afirma que es necesario una extensa campaña que responsabilice a la población del inmenso consumo de agua que implica, cuidar un jardín.Y más un jardín con césped, plantación, esta última, poco apropiada, según los ecologistas, para una región seca como la madrileña. De hecho, un estudio, de la asociación ha demostrado que las viviendas con césped gastan de cinco a 12 Veces más que las casas que disfrutan de jardín. Otra propuesta de Aedenat es la de subvencionar, por parte de la Comunidad de Madrid, a todo aquel particular que plante las especies arbóreas y arbustos que necesiten menos agua. Los ecologistas piden al Ejecutivo regional que elabore para ello un catálogo de las especies susceptibles de ser subvencionádas por su poca necesidad de agua y cuya plantación no cree problémas ambientales al medio natural de la región.

Por último, Aedenat pide al Canal de Isabel II que establezca un sistema de pago de agua por bloques separados, para evitar el derroche o el consumo excesivo. De esta manera, una familia sin, jardín se encuadraría dentro del primer bloque, y pagaría por litro de agua un precio reducido.

A partir de ahí, el coste del Agua se incrementaría por bloques, a razón de un 10%.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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