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Tribuna
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Bosnia musulmana

BEN JELLOUNEn esta época de egoísmo y cinismo estatales nadie se da prisa en ayudar a un país pobre

Tahar Ben Jelloun

La impotencia de los musulmanes del mundo entero frente a la tragedia bosnia comienza a pesar sobre la conciencia de algunos políticos que confiaban en la ONU y en las grandes potencias para frenar el cinismo y la intransigencia serbia. La prensa egipcia, tanto la del poder como la de los Hermanos Musulmanes ha comenzado una campaña de denuncia con un llamamiento a la unidad de los musulmanes para frenar la masacre. El rey Hassan II, en su calidad de presidente de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), envió el 18 de julio un mensaje al presidente Clinton: "No tenemos derecho de privar a un país que es víctima de una agresión de medios para la defensa y la autodefensa. Hay que elegir. El mundo islámico está particularmente preocupado por la suerte de Bosnia. Una actitud decisiva por vuestra parte para la defensa de los derechos legítimos de ese país y de su pueblo os valdrá la amistad y el respeto de los musulmanes del mundo entero, y será de un absoluto interés y de larga duración para vuestra gran nación". Era antes de que el Senado de EE UU levantara el embargo de armas a Bosnia.La OCI, reunida a finales de julio en Ginebra, decidió pasar de pedir consentimiento a la ONU para ayudar a los bosnios. La asociación marroquí de apoyo a los musulmanes de Bosnia-Herzegovina ha pedido a los países musulmanes que "congelen sus actividades en el seno de la ONU para dejar de sancionar con su participación la política derrotista y humillante de la ONU".Pero el mejor ejemplo de solidaridad con los musulmanes bosnios lo ha dado Jordania. La televisión de ese país organizó el 22 de julio un maratón televisivo para recoger dinero para las poblaciones bosnias a las que el Ejército serbio expulsa de su casas y masacra sin preocuparse de la moral ni de la justicia. Ese gesto simbólico, en el que se vio al príncipe heredero participar en el llamamiento a la generosidad del pueblo jordano, es más eficaz que la advertencia del jeque El Azhar, en El Cairo, que ha hablado de una "nueva cruzada en Bosnia". Jordania ha recogido siete millones de dólares y toneladas de ayuda humanitaria. Esta acción, sin precedentes en el mundo árabe, animó a los emiratos a lanzar una amplia campaña de ayuda. El 28 de julio, mediante dicha campaña, se recaudaron más de 45 millones de dólares. Esto es probablemente lo que ha incitado a Arabia Saudí a organizar otro maratón. televisivo en favor de Bosnia el 11 de agosto.

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¿Por qué los Estados árabes reaccionan con tanto retraso? ¿Es porque, como la ONU y las grandes potencias, también ellos se han sentido impotentes? ¿O es porque los bosnios son musulmanes moderados, alejados del centro árabe y persa del islam militante? Se ha llegado incluso a hablar de islam laico para referirse a ellos. Es un contrasentido. Ninguna religión, es laica. Hay que decir que gracias a esta guerra muchos musulmanes han sabido que hay bosnios que viven en la religión islámica. Pero desgraciadamente son musulmanes pobres, sin petróleo, sin integrismo y, sobre todo, sin medios importantes de defensa.

El proyecto de la Gran Serbia recuerda al de la Gran Siria. Ya hemos olvidado la amplitud y gravedad de la larga guerra. civil libanesa (15 años). Hoy, Líbano, está en parte ocupado por el Ejército sirio y en parte por el israelí. Nadie protesta. Al final de la guerra civil se dejó hacer a Damasco, que tenía el poder de avivar o parar la guerra, se cerraron los ojos y tampoco se mira demasiado lo que hace el Ejército israelí en el sur de Líbano. Hay que recordar este precedente para explicar la impotencia -real o fingida- de las grandes potencias y sobre todo de Estados Unidos, cuyo papel y función son el restablecimiento del derecho y la justicia entre los pueblos. Evidentemente, se piensa en la guerra del Golfo. La memoria de los políticos falla a menudo. Pero hay que decir que aquella formidable movilización de los americanos y sus aliados para salvar Kuwait no puede reproducirse ahora porque lo que se juega en la ex Yugoslavia no tiene tanto peso para los poderosos de este mundo. Hoy se constata que el objetivo secreto de la guerra del Golfo era el debilitamiento de Irak y el congelamiento de su produccción de petróleo para que Arabia Saudí continúe controlando el precio del barril; y para ello se hace todo lo necesario para que Sadam Husein permanezca en el poder, pues en el fondo es un aliado en ese plan diabólico. Por eso es por lo que el principal Estado que se opone al levantamiento del embargo y de las sanciones que pesan sobre Irak es Arabia Saudí. La vuelta de Irak al mercado petrolero trastocaría las finanzas del reino saudí, para el que el petróleo representa más del 90% del total de sus exportaciones.

He ahí por qué la pobre Bosnia ha sido abandonada a su suerte. En esta época de egoísmo y cinismo estatales no conviene ser pobre y débil, sobre todo cuando se tiene un vecino glotón y sin escrúpulos. Los serbios han planificado el genocidio. Lo aplican y avanzan sin preocuparse del resto del mundo, un mundo al que en el fondo le tiene un poco sin cuidado.

Tahar Ben Jelloun es escritor marroquí.

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