Milosevic va a Moscú para buscar con YeItsin una salida a la guerra
La agencia rusa Itar Tass aseguró anoche que el presidente serbio, Slobodan Milosevic, viajará mañana a Moscú. La noticia parece la respuesta a la convocatoria por Borís Yeltsin de una reunión en la cumbre de los dos hombres que parecen tener en su mano el destino, en paz o en guerra, de la antigua Yugoslavia: el propio Milosevic y el jefe del Estado croata, Franjo Tudjman, quien, al parecer, se ha mostrado ya dispuesto a aceptar la propuesta del Kremlin.
Belgrado concentra tropas y tanques cerca de la frontera con Eslavonia oriental, el único territorio que Zagreb no ha recuperado tras la conquista de Krajina el pasado fin de semana. Ayer fueron lanzados desde esta región varios proyectiles sobre la cercana ciudad croata de Osijek. También Croacia ha efectuado movimientos militares en la zona.Este aparente ambiente prebélico no encaja, sin embargo, con la pasividad de Serbia ante la ofensiva croata en Krajina, que ha suscitado la especulación generalizada de que Zagreb y Belgrado tienen un pacto cuya principal víctima sería Bosnia y que dejaría Eslavonia oriental en manos serbias.
El presidente bosnio, Alia Izetbegovic, no ha podido dejar de alarmarse ante el mapa de la Yugoslavia de dentro de 10 años que Tudjman pintó en mayo detrás de la tarjeta de un menú. En ese mapa, Bosnia, sencillamente, no existía. Ayer, el presidente croata aseguró a su teórico aliado que no tiene nada que temer. Incluso le impuso una condecoración.
Radovan Karadzic, el líder de los serbios de Bosnia, tampoco las tiene todas consigo. Sumido en una guerra interna con el jefe del Ejército, Ratko MIadic, al que parece apoyar Milosevic, no dudó en calificar ayer de "cínico traidor" al presidente serbio por no hacer nada para ayudar a los hermanos de Krajina.
Estos últimos siguen siendo las principales víctimas del laberinto. Ayer, la ONU logró un acuerdo que debería permitir el libre acceso de los refugiados a Bosnia. Cerca de 90.000 están atrapados en la zona fronteriza de Topusko, rodeados por el Ejército croata.
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