"Madrid se hace cada vez más cosmopolita"

Rubén Caravaca (Madrid, 1959) lleva seis años organizando giras de artistas latinoamericanos. Este verano ha montado, junto a otros promotores, El mundo en Madrid, ciclo de 10 conciertos, que reúne, en el patio del Cuartel de Conde Duque, a figuras de la música étnica, como Varttina, La Vieja Trova Santiaguera o Radio Tarifa. También escribe. Acaba de publicar 313 boleros, por ejemplo, preludio de un libro sobre la historia de la música popular cubana que espera terminar algún día.Pregunta. ¿A qué cree usted que obedece el reciente auge de la Música latina en Madrid?

Respuesta. Madrid es cada vez más cosmopolita, abierta y tolerante. Sé ha convertido en una ciudad de inmigración. Eso provoca una mezcla de culturas muy positiva. Y lo latino cuenta con una ventaja añadida, que es un idioma común. Pero no sólo lo latino; todo lo que suena a étnico tiene el marchamo de lo auténtico.

P. Parece algo no contaminado, menos producto de las multinacionales. Al menos por ahora.

R. Eso pienso yo. Creo que ha habido mucha intoxicación, en todos los sentidos, por las grandes compañías. Lo mismo te vendían un cantante que un refresco. En tiempos de bonanza económica eso importa menos, pero en tiempos de crisis, como los que vivimos, la gente tiene que elegir más, y pide cosas de más contenido, diferentes, novedosas.

P. ¿Usted cree que el público dé Madrid es capaz de separar el grano de la paja en ese sentido?

R. Yo creo que no. No es un público muy al tanto de los ritmos exóticos, pero le encantan. Le tocan la fibra sensible y le hacen bailar. Ahora bien, evidentemente no toda la oferta es de primer nivel. Pero, como en todo, la experiencia enseña.

P. ¿Y cómo está la escena bolerista en la ciudad?

R. No hay más de tres grupos estables -Rocky Bolero, Los Boleros Bengalíes y, por supuesto, Alberto Pérez-. Tienen, un público no muy numeroso, pero fiel. Es un público que va a estar siempre. Luego habrá modas, como en todo.

P. La gente se queja de que las entradas de los conciertos son cada vez más caras; los promotores se escudan en el aumento de los gastos e producción... ¿Cómo está la situación en el mercado de la música étnica?

R. La relación precio-calidad. debe ser razonable. Creo que lo hemos conseguido con El mundo en Madrid el concierto más caro vale 2.000 pesetas y el más barato 1.000. También hay que diversificar la oferta. Muchos artistas de este concierto, no tienen discos en España, o sólo, se pillan de importación.

313 boleros, por ejemplo. Ediciones Guía de Música. Colección La Encrucijada. 1.300 pesetas.