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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La situación española

Como joven español de 22 años viviendo en París, comparto el aterramiento ante la situación española expresado por la señorita Jiménez Saavedra en su carta publicada el 5 de julio. Sin embargo, difiero tanto en su análisis de las causas de esta crisis como en la evocación del ejemplo francés como modelo a seguir. Como el propio Édouard Balladur sabe muy bien, fue a partir de un escándalo de escuchas ilegales dirigidas por su ministro del Interior, Charles Pasqua, que su cota de popularidad comenzó su largo descenso hacia el olvido. En este mismo momento, el primer ministro, Alain Juppé, está siendo acosado por ciertas coincidencias en la atribución de viviendas sociales a miembros, de su familia. La suerte francesa no es de estar libre de escándalos políticos; más bien es de aparecer, en la prensa internacional por otras razones que por sus escándalos. Concerniente al "acoso de derecha, que tiene como consecuencia el minar las bases del Estado español", habría que ser más crítico ante la presentación que los dirigentes del PSOE, a la defensiva, hacen de la crisis. Es bien conocida su estrategia de confundir al PP con la derecha franquista para asustar al sector de su electorado que pudiese pensar en votar por Aznar. Pero esta imagen es falsa, porque el PP ni representa a la derecha franquista (ni el PSOE a la izquierda republicana, de hecho) ni es el único en pedir elecciones generales inmediatas -IU pide lo mismo-. En cuanto al ataque al Estado español, estamos asistiendo a la transformación de Felipe González en Luis XIV -resulta que ahora "el Estado soy yo"- Es para mí una de las peores consecuencias de esta crisis que el Gobierno'esté abiertamente negando ser el representante del Estado para presentarse como el Estado él mismo. Esta situación es la base de la irresponsabilidad de un Gobierno, es decir, de su negativa a rendir cuentas a sus gobernados. El problema es que la multiplicación de escándalos ha afianzado esta irresponsabilidad, puesto que éstos han demostrado ser rutinarios y pasajeros.-

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