Un ágora sin fronteras

Luchar por la convivencia intercultural entre inmigrantes y autóctonos no es sólo cuestión de voluntarismo. Hace falta formación. Con esa idea de, hacer un alto en el camino para aprender 35 residentes madrileños vinculados a asociaciones o a instituciones han anticipado en el primer curso de la nueva Escuela de Mediadores Sociales para la Inmigración, abierta en mayo por la Comunidad de Madrid.

La mayoría de estos alumnos, originarios de 18 países distintos, ya ejercían su mediación como voluntarios en asociaciones de inmigrantes o Como profesionales en, la Administración. Ahora, con este curso, y sobre todo a través del intercambio de experiencias, pretenden mejorar su actuación.

En este ágora sin fronteras se aprende sobre la inmigración con los inmigrantes. Dos de sus cuatro monitores y 25 de sus 35 alumnos son de América Latina y África.

Babacar, monitor y miembro (le la Asociación de Inmigrantes Senegaleses en España (AISE), cree que la escuela llena un vacío. Las asociaciones nos juntamos a menudo para organizar campanas, pero aquí se consigue una comunicación impensable en un encuentro reivindicativo", asegura.

A Fodie, un treintañero mauritano empleado en la construcción, esta iniciativa le ha venido como anillo al dedo. "Estoy intentando crear una asociación estatal de inmigrantes de Mauritania y Malí, y aquí he aprendido sobre leyes y he contactado con miembros de entidades que ya funcionan", asegura.

Marisol Pozo, coordinadora de servicios sociales en el Ayunta'-' miento de Villaba, valora que, por primera vez en un curso, "hablamos de inmigración con los propios inmigrantes".

Para Driss Salami, un refugiado marroquí de 36 años miembro de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (ATIME), lo mas interesante han sido las prácticas realizadas en organizaciones no gubernamentales o en instituciones.

Es una forma de vivir desde dentro actividades que sólo conoces de oídas", explica.

Nieves Abascal, coordinadora del área de migraciones de IU, se apuntó en busca de formación. "La parte teórica no ha resultado tan completa como esperaba, pero el contacto personal ha sido muy enriquecedor", afirma. Los cursos, gratuitos, ,se distribuyen en jornadas plenarias, con la intervención de expertos y en talleres de debates. La escuela, con un coste anual de nueve millones, depende del Instituto Madrileño para la Formación (Imaf), la Universidad Autónoma y la Consejería de Integración Social.Escuela de Mediadores Sociales para la Inmigración. Guzmán el Bueno, 24 Teléfono 544 98 61 (tardes).