Comentarios
Precisamente el día 12 de julio no paré de hacer comentarios. Son testigos mis compañeros de trabajo, mi editor y mis innumerables visitas e interlocutores telefónicos. Sólo mi familia está de acuerdo con ustedes, pero salí a las ocho de la mañana camino del trabajo y volví, de la misma tarea, a medianoche. Si no comenté a EL PAÍS [referencia a la información 'Interviú' deberá pagar a Marta Chávarri por violar su intimidad] ni a otros medios la ejecución de la sentencia del caso Chávarri fue, sencillamente, porque nadie me solicitó el comentario. De hecho, no pude comentarlo con nadie porque, igual que Felipe González con lo suyo, yo me he enterado el 13 de julio por la prensa. Sí quiero comentar que la sentencia me parece una barbaridad, un abuso prepotente y un atentado a la estabilidad del medio mediante una indemnización desorbitada, acatando, respetando y etcetereando de rigor. Y recordarles a ustedes que, a lo largo de todo el proceso, el ministerio fiscal (siempre mujeres, dicho sea como dato) se opuso a la demanda de la señora Chávarri y defendió la actitud de Interviú. En cualquier caso, finaliza éste mi master en periodismo económico-conspirativo-amarillento, escándalos sociales y sensibilidades jurídico- sexuales: Laus Deo.-