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El Gobierno de Argel acusa al FIS de hacer fracasar las negociaciones

Las negociaciones entre el Gobierno de Argelia y la dirección política del partido integrista Frente Islámico de Salvación (FIS) fracasaron por culpa de la intransigencia de los fundamentalistas, que habían presentado a sus interlocutores una plataforma inaceptable compuesta por un total de 13 reivindicaciones. Ésta es la opinión del portavoz de la presidencia de la República, Ahmed Ouyahia, según se desprende de unas declaraciones efectuadas horas después de anunciarse la ruptura del diálogo.

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Legalizar el FIS, levantar el estado de excepción, poner fin a los enfrentamientos, compensar a todas las víctimas y damnificados por la crisis, liberar a todos los detenidos, designar un Gobierno neutro encargado de organizar las elecciones, anular todas las prohibiciones, incluso las referidas a la comunicación, y anunciar el acuerdo con toda transparencia. Éstas eran las reivindicaciones planteadas por el FIS al Gobierno, en el documento del pasado 19 de junio.Pero para negociar globalmente estos puntos el FIS había presentado, además, otras cinco peticiones previas cuya concesión o no condicionaba el inicio del diálogo y que consistían en: liberación de los jeques, clausura de los campos de internamiento del Sáhara, mejora de las condiciones de los detenidos, cese de las campañas de prensa oficial y establecimiento de un pacto para anunciar el acuerdo de principio.Las opiniones del portavoz de la presidencia, difundidas a través de la televisión estatal argelina, considerando que estas peticiones eran inaceptables, eran compartidas ayer por la mayoría de los periódicos en lengua francesa de Argel, pero sobre todo por aquellos rotativos cercanos al sector denominado erradicador, opuesto a cualquier tipo de negociación o contacto con los islamistas."El FIS exigía la rendición del poder", aseguraba ayer con un gran titular en portada el periódico en francés Liberté, defensor del partido Agrupación por la Cultura y la Democracia, que dirige el doctor Said Saadi, uno de los más firmes opositores del partido de Abassi Madani.

La incertidumbre sobre el futuro de Argelia y sobre el proceso de diálogo embarga a todos los argelinos, incluido el periódico gubernamental El Mudjahid, que se preguntaba ayer si el fracaso del diálogo significa que "se había bajado definitivamente el telón" de las negociaciones. La respuesta a estas preguntas está quizá en el último discurso del presidente Liamin Zerual, quien se ha comprometido a mantener abiertas las puertas del diálogo.

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