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Viaje a la mina del Diablo

Un espectáculo virtual sumerge al público en el corazón de una montaña

Tomatito da la bienvenida al público. El muñeco charla desde una pantalla, que parece de vídeo, con las 50 personas que caben en la antesala del Simulador Virtual, el espectáculo más reciente del Parque de Atracciones de Madrid. "Acercaos más, no seáis. tímidos", dice; y, para el asombro de todos añade: "Tú también, con la camisa de rayas, las gafas y la cámara".

Tomatito anuncia el viaje en el cine dinámico por una mina abandonada, y los curiosos pasan a otra sala tras esperar a que el grupo anterior la desaloje. Bajan las barras de seguridad que retienen en los asientos a los viajeros, se apaga la luz y todo el mundo se encuentra en un paisaje del lejano oeste americano. Todos pueden asistir, con varias excepciones: mujeres embarazadas, enfermos del corazón -por si los sustos-, gigantes que superen los 1,98 metros o niños que no lleguen a medir 1,22. La razón de estas últimas restricciones son . las dimensiones de las barras de seguridad.

Un viejo barbudo da la señal para que la vagoneta que lleva al público hacia el corazón oscuro de la montaña inicie su recorrido. Las butacas empiezan a moverse según la dinámica de la vagoneta. Es un viaje agitado con bajadas, caídas, empujones, saltos y gritos inevitables. Milagrosamente, todos los que se han atrevido a lanzarse a esta aventura logran salir de la mina.

La técnica que facilita el espectáculo es impresionante. 9.200 imágenes distintas diseñadas por ordenador pasan por la gran pantalla (7 por 3,5 metros) con una velocidad de 60 imágenes por segundo. Los. 12 altavoces que emiten los sonidos de la vagoneta sobre las vías deterioradas crean una atmósfera realista. Pero lo más impresionante son los movimientos de los asientos sincronizados con la película a través de un sistema hidráulico. El cerebro se encuentra en un ordenador del tamaño de la torre de un. equipo de música. El Simulador Virtual costó más de 200 de millones.

Más de 18.000 personas ya han accedido a la última atracción del Parque en las primeras tres semanas de su funcionamiento. "Emocionantísimo", exclama Concha, de 40 años; Lina, de 35, confiesa haber pasado un poco de miedo al principio. Una revista de fin de semana les dio la idea de acudir. "He gritado mucho", dice Lina. "Parece que realmente pasa", añade. Natividad, de 20 años. Ella vino con toda una pandilla de amigos para subirse al Simulador. "Dan ganas de repetir" dicen al unísono: a todos les parece demasiado corto el recorrido de apenas cinco minutos. "Te esperas que va a durar más".

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Simulador Virtual. Avenida de las Cascadas. Parque de Atracciones. 400 pesetas. De 16 a 1.00. Viernes y sábados hasta las 3.00. A partir del 15 de julio, a partir de las 18.00.

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