TORMENTA INSOLENTE
Felipe de Borbón esbozó una sonrisa de complicidad a los periodistas que se encontraban en el otro extremo de la pista aérea por la que estaba cayendo. En medio de una amenazante tormenta de lluvia y viento variable, que sólo amainó cuando finalizó el acto castrente, el Príncipe de Asturias presidió al mediodía de anteayer la entrega de despachos de sargento a 241 suboficiales de la Academia Básica del Aire de la Virgen del Camino (León). Don Felipe, acompañado del ministro de Defensa, Gustavo Suárez Pertierra; el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas; el delegado del Gobierno, Carlos Conde Duque, y otras altas autoridades de la región, se mostró impertérrito ante el temporal cuando llegó la hora de presenciar el desfile aéreo y terrestre en el palco de la presidencia y aumentó la intensidad de la lluvia. Minutos más tarde, autoridades e invitados compartieron un piscolabis. Los comentarios giraron en torno a la insolencia de la tormenta.-
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