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Una veintena de grandes ciudades pasan al PP por el desacuerdo entre IU y PSOE

Córdoba no ha sido la única. Ni Málaga. Ni Huelva. Una veintena de ciudades de más de 20.000 habitantes han pasado a manos del Partido Popular a causa del desacuerdo entre el PSOE e Izquierda Unida. Una veintena de municipios que superan globalmente el millón y medio de votos y en los que el PSOE fue la lista más votada de. la izquierda. Pero en ese balance no todo es malo para la izquierda, ya que IU ha dado su voto al PSOE en 386 pueblos y los socialistas han facilitado el gobierno a la coalición de Julio Anguita en 79.

Todos se señalan con el dedo como los auténticos culpables. Y siempre hay un claro ejemplo a mano. Para Izquierda Unida, Málaga lo es de nula cooperación socialista. Y Córdoba, lo mismo.Para los socialistas, ha sido Izquierda Unida la que ha impedido cualquier pacto con la estrategia de recurrir a métodos asamblearios a la hora de decidir las alianzas. Y también ponen ejemplos: Huelva, o Elda (Alicante), donde, aseguran, una asamblea de IU de 30 personas aprobó por 17 votos la anulación de un acuerdo suscrito por la dirección de ambas formaciones que: habría permitido el gobierno municipal al PSOE.

En Izquierda Unida se ven las cosas de forma muy distinta. Y el caso de Elda es un ejemplo del rechazo que las bases sienten por los ex munícipes socialistas. Porque en IU señalan tres factores que justifican el revolcón que los candidatos del PSOE se han llevado en plazas que consideraban seguras. El primero, el general. El segundo, el local. El tercero, el personal.

En la primera categoría se incluyen las resoluciones del Consejo Político de Izquierda Unida y su rechazo al felipismo. En la segunda hay que situar factores de rechazo local, votaciones de las asambleas que rechazan el pacto. Y en el tercero se inscriben aquellos factores puramente personales. Es el rechazo visceral a una persona que "ha gobernado mal".

Aquí también se ponen ejemplos: Hellín (Albacete). El PSOE gobernó con mayoría. La perdió en las últimas elecciones. Se quedó con ocho concejales de un total de 20. Izquierda Unida se convirtió en llave, con sus tres concejales. En su candidatura había gente proveniente del PSOE que se negaba a votar a su antiguo compañero de Filas. La alcaldía fue a parar al Partido Popular.

Siempre hay justificaciones, aunque primen sobre todo las de carácter personal. Pero el caso es que en Murcia, Totana y Jumilla han pasado al Partido Popular, cuando la suma de votos hubiera permitido hacerlo a la izquierda. En la Comunidad Valenciana se ha registrado el mismo caso en Elda, paterna y Vinaroz.

Cuatro ciudades de Madrid

Madrid se ha llevado la palma con cuatro grandes municipios (Alcalá de Henares, Colmenar Viejo, Collado Villalba y Torrejón de Ardoz) en los que IU no ha votado al candidato del PSOE. El caso más claro es el de Alcalá de Henares en el que los nueve concejales del PSOE, sumados a los siete de IU sobrepasan holgadamente los 11 del PP.

Algo parecido ha ocurrido en Mérida (Badajoz): Izquierda Unida y PSOE suman 16 concejales, frente a 11 del Partido Popular. Pero la alcaldía ha ido a parar a manos populares, lo mismo que la de Villanueva de la Serena.

En Asturias, una población tan significativa como Avilés ha ido a parar a los populares, a pesar de que tiene 11 concejales y el PSOE e IU suman 14.

En Linares (Jaén), el PP también se ha llevado la vara de alcalde con ocho concejales, uno más que el PSOE. Úbeda (Jaén) y Loja (Granada) son otros municipios donde se han repetido situaciones muy parecidas.

No todo ha funcionado así, en medio del clima de distanciamiento entre socialistas e Izquierda Unida. Félix Martínez de la Cruz dice, ante estos datos: "Hemos dado más al PSOE que ellos a nosotros". Y es verdad, pero también es verdad que el PSOE ha sido lista más votada en más municipios que Izquierda Unida. En cualquier caso, y para decirlo todo, el pacto de izquierdas ha funcionado con el apoyo de IU en 386 municipios. Y en 79 el PSOE ha votado a sus compañeros de IU.

Los pactos de uno en uno dieron la ventaja al PP

El pacto de la izquierda que funcionó en otros mandatos municipales se quebró en estas últimas elecciones. Izquierda Unida había avanzado ya que no apoyaría gratis a las candidaturas socialistas. E incluso abrió por primera vez la posibilidad de llegar a apoyar en sitios concretos a candidaturas del PP.Sólo este planteamiento generó una fuerte polémica en la coalición. El sector renovador de IU intentó, sin éxito, que se incluyera en las distintas resoluciones la negativa a apoyar a candidatos populares.

Julio Anguita sorteó la polémica recurriendo a las bases de IU y haciendo que fueran las asambleas locales las que adoptaran esta decisión.

La decisión del líder de Izquierda Unida resultaba políticamente peligrosa, pero se ha mostrado, sin embargo, muy efectiva para mantener un pulso abierto entre el PSOE e IU y reforzar al coordinador general frente a las críticas internas de su coalición.

Los socialistas nunca creyeron del todo que IU pasara del amago al golpe. Pero lo hizo. Su primera decisión fue no aceptar pactos globales en este sentido.

Mientras el PSOE planteó una estrategia de alianzas basada fundamentalmente en la reciprocidad, IU, que necesitaba apoyos en menos lugares que los socialistas, se agarró a la decisión de las bases para convertir las negociaciones, pueblo a pueblo, en una auténtica carrera de obstáculos que crispó a los socialistas.

Una carrera que, al final, ha terminado ganando el Partido Popular que alzándose con alcaldías que nunca hubiera soñado tener. Los más optimistas del PSOE sueñan con mociones de censura para recuperar algo de lo perdido.

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