D'Alema dice a Silvio Berlusconi que debe negociar para que haya elecciones en Italia

El congreso del diálogo del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), el del reconocimiento mutuo con una derecha a la que hasta ahora estaba enfrentado con un lenguaje de continuas y recíprocas descalificaciones, concluyó ayer con una clara advertencia a Silvio Berlusconi: "La vía hacia las elecciones pasa por acuerdos sobre garantías, igualdad de acceso a los medios de comunicación y reforma de la ley electoral. Que nadie sueñe con llegar de otro modo". Eso dijo ayer Massimo d'Alema, secretario del PDS.

No entra en estas prioridades inmediatas el tema de la justicia, al que el líder de Forza Italia se refirió abundantemente durante el discurso que dirigió al congreso, el pasado viernes, y que ayer volvió a ser comentado por D'Alema en estos términos: "El PDS no es el partido de los jueces". Su garantismo es, no obstante, distinto del de la derecha, porque no se basa exclusivamente en la defensa de los poderosos acusados e incluye la defensa de los jueces. En ese contexto, D'Alema recordó que su partido se opuso, hace un año, al llamado decreto de excarcelación de los corruptos promovido por el Gobierno de Berlusconi.Luciano Violante, ex magistrado y ex presidente de la comisión parlamentaria antimafia que dimitió de dicho cargo tras publicarse unas presuntas declaraciones suyas en las que sugería la existencia de investigaciones sobre supuestas conexiones mafiosas de Berlusconi, propuso, sin embargo, ayer al congreso del PDS que el próximo lunes el Parlamento apruebe ya una nueva regulación de la prisión preventiva que los magistrados rechazan.

Violante consideró también urgente una reorganización de la justicia italiana con una orientación garantista, y no en contra de ningún magistrado concreto. En ese contexto, destacó la importancia de que se prohíba a los magistrados hacer cualquier tipo de declaraciones sobre procesos en curso.

Romano Prodi

También se refirió a los problemas de la justicia Romano Prodi, candidato a primer ministro del bloque de centro-izquierda integrado por la encina, símbolo del PDS, y los llamados matojos, los partidos menores de origen republicano, socialista o democristianos. "Decimos no a la politización de la magistratura, pero eso no reduce nuestro apoyo a los jueces", dijo este economista y empresario que ha abrazado como símbolo el olivo.

El discurso de Prodi fue, sobre todo, un ataque a Berlusconi, quien, pese al clima de diálogo que refleja su participación en este congreso, sigue tachando a Prodi de marioneta de D'Alema y no le reconoce como líder alternativo. "Los mercados financieros están aterrorizados por una eventual victoria de ese liberal incompetente", dijo el líder del olivo. "No tengo necesidad", añadió, "de ser ungido por quien tiene de la democracia un concepto que prescinde de los ciudadanos".

Por otro lado, el ex líder y ex primer ministro socialista Bettino Craxi ha sido inscrito en el registro de los investigados de la fiscalía de Milán por presunta alteración de su pasaporte diplomático, según informó ayer su abogado, Giannino Guiso.