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Gesto por la Paz entrega a los trabajadores de Alditrans 30.000 firmas en apoyo de Aldaya y de su familia

Las calles del País Vasco volvieron ayer a convertirse en el escenario preferido de los grupos pacifistas y de los trabajadores de Alditrans para reivindicar con el silencio, el reparto de lazos azules y la suelta de globos la liberación inmediata y sin condiciones de José María Aldaya. El empresario guipuzcoano cumplía dos meses en manos de ETA aquéllos las tomaron de nuevo para hacer patente su rechazo al secuestro y mostrar su solidaridad con su familia. Gesto por la Paz entregó a los empleados de la empresa de Aldaya 30.000 firmas de apoyo recogidas durante este tiempo, en el que los afines a la organización terrorista han lanzado un pulso para intentar no perder la calle desde la fuerza que da la política del miedo y la tensión.

Los actos organizados por los grupos pacifistas Gesto por la Paz de Euskal Herria y Bakea Orain se multiplicaron ayer en San Sebastián y Vitoria para exigir la liberación sin condiciones de Aldaya. A partir de las doce de la mañana se concentraron en los jardines de Alderdi Eder, de la capital donostiarra, los trabajadores de Alditrans, a cuya movilización se sumaron algunos militantes de Gesto.Por sexta vez en estos dos meses se desplegó la pancarta con el lema Todos somos José Mari. Además, miembros de la organización paficista entregaron a los operarios del empresario guipuzcoano las cerca de 30.000 firmas de apoyo recogidas durante los dos meses que dura ya el secuestro. "Si creemos en la democracia, si deseamos que el respeto a los derechos humanos sea la vértebra de nuestra sociedad, expresemos nuestra condena al secuestro". Esta es una de la máximas rubricadas por 30.000 ciudadanos y ciudadanas del País Vasco. Ahora los trabajadores entregarán estas muestras de solidaridad a la familia de Aldaya.

Una carta simbólica en globo

En la plaza de la Virgen Blanca, de la capital alavesa, Bakea Orain soltó 61 globos de color azul y amarillo, uno por cada día del secuestro, junto a otro de mayores dimensiones en el que, simbólicamente, se enviaba una carta al industrial en poder de ETA desde el pasado 8 de mayo.

Aparte de exigir la liberación de Aldaya, la organización pacifista hizo un llamamiento para que las instituciones y la sociedad adquieran un mayor protagonismo en la iniciativas por la paz que se realicen en favor del empresario. "Es labor de toda la sociedad", repetían los diferentes portavoces. Frente a la política del miedo, impulsada desde HB y KAS, Bakea Orain hizo un nuevo llamamiento a la serenidad y a no caer en la provocación de los violentos.

El portavoz de los familiares de Aldaya, Ignacio Altuna, agradeció ayer todas las muestras de apoyo y pidió de nuevo a ETA una prueba de la situación actual del secuestrado. "Esperamos y pedimos, como camino intermedio, que los secuestradores den alguna nueva señal, como puede ser una fotografía o palabras escritas o algo que nos pueda dar a conocer cuál es la situación de salud física y psíquica o de estado de ánimo en la que se pueda encontrar José Mari".

Las movilizaciones prosiguieron a última hora de la tarde. Los pacifistas tenían previsto formar un gran lazo azul con piezas de cartulina en la playa donostiarra de La Concha. Previamente, simpatizantes de la coordinadora Gesto por la Paz habían repartido lazos azules a lo largo del paseo marítimo. Además, mañana, lunes, los camioneros de toda España realizarán un paro simbólico en solidaridad con el último rehén de ETA.

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