Un viejo conocido
LA POLICÍA ha dado bastante credibilidad a la reivindicación por los GRAPO del secuestro del desaparecido empresario zaragozano Publio Cordón. De ser así, ha bría surgido otra vez desde las sombras este grupo terrorista nada misterios o -se sabe cuándo nació, quiénes son sus fundadores, y hay mucha documentación sobre su sangrienta trayectoria-, pero que aparece y desaparece como un Guadiana, siempre en momentos inquietantes, y al que las autoridades han dado mil veces por desarticulado. La última reaparicion de los GRAPO fue precisamente en Zaragoza, hace. unos dos años, cuando asesinaron a los empleados del furgón blindado que atracaban. Y ahora parece que vuelven a recurrir al secuestro -como hace 18 años con Oriol y Villaescusa- con el peregrino argumento de que la víctima escogida proyectaba "participar en la privatización de la Seguridad Social". Cuesta trabajo comprender que, siendo tan pocos sus integrantes y careciendo de la más mínima base social, sobreviva y tenga ahora la infraestructura para realizar un secuestro. La policía no logra controlar a unos pocos militantes sobradamente conocidos por ella.
Los GRAPO, en los que siempre han convivido móviles políticos con la delincuencia común, vuelven a la actualidad. Pero si secuestrar a alguien no es difícil, sí lo es la posterior gestión para la negociación y cobro del rescate. Esperemos que la policía demuestre algo más de eficacia en este caso y detenga pronto a sus autores. Se producirá entonces otra desarticulación de los conocidos y a la vez misteriosos GRAPO.
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