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La policía desactiva en el metro de Tokio artefactos con gas cianuro capaces de matar a miles de personas

Cuatro artefactos, dos de ellos con gas cianuro, hicieron temblar de pánico ayer a Tokio, que recuerda con horror el ataque con gas sarín del pasado 20 de marzo que costó la vida a 11 personas e hirió a 5.500. Aunque ayer sólo cuatro personas resultaron heridas, uno de los artefactos, escondido en unos lavabos de la estación de metro de Kayabacho, cerca de la sede de la Bolsa, contenía, según la policía, gas cianuro capaz de matar a 9.000 personas. La policía encontró otro dispositivo con cianuro en la estación de metro de Shinjuku, e investigaba sospechosas emisiones de gas tóxico en los lavabos de la estación de metro de Ginza y en la principal terminal de cercanías de la capital.

La bomba mortal desactivada en la estación de Kayabacho se componía de un sofisticado mecanismo de relojería unido a dos bolsas de plástico, una con un compuesto a base de cianuro y otra con ácido sulfúrico. La mezcla hubiera diseminado gas cianuro suficiente como para acá bar con la vida de 9.00 personas, Un empleado de limpieza, que encontró el sospechoso paquete a media, tarde y avisó a la policía, evitó la tragedia.Seis horas después, ya cerca de la medianoche en Japón en la principal estación de cercanías de ferrocarril, tres viajeros que utilizaban los lavabos se vieron envueltos en una misteriosa nube de gas. La policía no encontró la fuente de la emisión tóxica y los afectados fueron trasladados inmediatamente al hospital; se quejaban de dolor de garganta.

La policía recibió el tercer aviso de fugas tóxicas minutos después, esta vez desde la estación de metro de Shinjuku, la más concurrida de la ciudad Aquí sí había un artefacto, de apariencia similar al de los lavabos de Kayabacho y también con cianuro, aunque en menor, cantidad. La trampa mortal se escondía asimismo en los lavabos y tuvo tiempo de intoxicar a una persona antes de ser controlado.

El cuarto aviso, como el segundo, procedía de una emanación tóxica de origen y composición desconocida y olor similar al de un fuerte desinfectante. Se produjo en la estación de metro' de Ginza, en el corazón de la principal zona comercial de Tokio. Nadie resultó herido.

La policía no encontró un nexo claro entre estos cuatro ataques pero afirmó que, al menos dos -los dos con cianuro-, se investigarían como intentos de asesinato. Un portavoz de la secta La Verdad Suprema, acusada del ataque con gas sarín del 20 de marzo, declinó comentar estos hechos: "Acabamos de escuchar las noticias de estos incidentes y no estamos preparados para emitir un comunicado".

En los últimos tres días, al menos 50 personas tuvieron que ser hospitalizadas en Yokohama a causa de unas misteriosas emanaciones de gas, que no causaron víctimas mortales y cuya causa aún no ha sido desvelada.

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En mayo, la policía consiguió frustrar otro atentado con gas de cianuro en una de las estaciones ferroviarias más transitadas de la capital japonesa. La prensa local acusa a La secta La Verdad Suprema de haber organizado este atentado, pero no se ha confirmado oficialmente su autoría.

El juicio del guru de la secta, Shoko Asahara, que fue encarcelado en mayo acusado de asesinato masivo, comenzará el 26 de octubre.

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